La meta que se ha propuesto cruzar Esquerra Republicana, poner de acuerdo hasta cinco fuerzas políticas para un amplio acuerdo de Govern, parece ahora mismo inalcanzable. Con todo, los republicanos insisten en que una cosa son los vetos que se pongan Junts y comunes en campaña y la otra qué suceda a partir del 15-F. Ponen como ejemplo el pacto por los presupuestos de la Generalitat o los gobiernos municipales de Tarragona y Lleida, donde ERC consiguió desbancar a los socialistas gracias a un acuerdo con los partidos de Puigdemont y Colau. Consciente de que para llegar a la presidencia Aragonès tendrá que sudar en las negociaciones, el candidato intenta bajar los decibelios de la espiral de reproches con los futuros socios.

El equipo de campaña ha enfundado el guante de seda a su cabeza de lista y reserva el grueso de las críticas a los compañeros de viaje al resto de dirigentes de ERC. La idea es blindar a Aragonès de la lucha en el barro para que, cuando toque, se pueda sentar con las manos limpias a persuadir a Junts, comunes y CUP para la investidura. "No nos podemos dedicar a discutir entre nosotros, sino que tenemos que ganar a los que quisieron ganarnos en el 2017 y no pudieron", ha afirmado el vicepresident durante un desayuno informativo virtual organizado por el Foro Tribuna Catalunya.

Es por eso que Aragonès ha rechazado rotundamente el "trío" que hace unos días proponía la candidata de Junts per Catalunya: un debate a tres con ellos dos y Salvador Illa. "Nos equivocaríamos, no quiero un debate para discutirme con la señora Borràs, con quien tengo muchas cosas en común y muchas diferencias, con quien quiero confrontar es con el PSC". De este modo, persevera en el desafío al candidato socialista: "Me gustaría que Illa no tuviera miedo al cara a cara". El exministro de Sanidad se ha convertido en el blanco de prácticamente todos los ataques de ERC, que plantea el 14-F como un plebiscito entre Aragonès o Illa, a quien define como la operación Arrimadas de 2021.

Al día siguiente de haber arrancado el compromiso de Pedro Sánchez de volver a reunir la mesa de negociación entre Catalunya y el Estado inmediatamente después de las elecciones, el candidato de ERC ha pedido al resto de independentistas que "nadie tendría que renunciar a ella, los más escépticos tampoco". En este sentido ha subrayado que "la clave" será quien acabe liderando la parte catalana. "Tiene que ser un liderazgo que se la crea", ha señalado.

Votar el original (ERC) y no la copia (Junts)

Que intente evitar el cuerpo a cuerpo con Borràs no significa que siempre lo consiga. La tentación, sobre todo cuando los periodistas presionan, acaba pesando demasiado. Cuando el moderador Joan Morros le ha pedido la opinión que le merece la propuesta de Junts de reactivar la DUI si el independentismo supera el 50% el 14-F, Aragonès ha puntualizado que "la propuesta escrita de JxCat [en el programa electoral] es que si se llega al 50% más uno, hay que hacer un referéndum". Y ha concluido que "cuando alguien te compra tus tesis, es mejor votar el original que la copia".

Sobre la hoja de ruta que aplicará para avanzar hacia la independencia, Aragonès ha anunciado que, si es president, volverá a convocar el Pacte Nacional pel Referèndum, para compartir con las fuerzas que formaban parte de este la reivindicación de la amnistía y el derecho a la autodeterminación.

El vicepresident ha situado a ERC como "la única fuerza que puede poner de acuerdo" a todos los partidos que salieron el 3-O. Por eso ha apelado a los indecisos. "Todos los ciudadanos que dudan entre la CUP y ERC, los comunes y ERC o Junts y ERC, que voten ERC, que es la única que puede ponerles de acuerdo a todos".

En la imagen principal, el presidenciable de ERC hace el símbolo de victoria al acabar el mitin celebrado el martes en Tarragona