La delegación catalana de viaje a Latinoamérica intenta esquivar las críticas que empiezan a llover desde Catalunya por la agenda de la visita. El president, Pere Aragonès, ha insistido en que la reunión con el presidente de Colombia, Gustavo Petro, se suspendió por la crisis que estaba haciendo frente el ejecutivo de Bogotá y que la cita con la vicepresidenta de Uruguay, Beatriz Argimón, no fue posible porque el encuentro con el expresidente José Mujica obligó a escoger con quién se reunía. El president ha subrayado, además, que ayer por la noche en la Casa Rosada se encontró con el ministro de la Presidencia, Agustín Rossi, responsable de la coordinación ministerial.

Aragonès respondía así al presidente del grupo parlamentario socialista, Salvador Illa, que a pesar de valorar positivamente que el president de la Generalitat viaje después de diez años "encerrados en casa", ha tildado de preocupantes las informaciones sobre la visita y los problemas de su agenda.

Acción exterior

"Catalunya hará acción exterior, y a quien no le guste tendrá que seguir viendo cómo el Govern de Catalunya en todas partes explica la realidad del país, trabaja para fortalecer lazos económicos, sociales y culturales", ha asegurado en una comparecencia a las puertas de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), centro de tortura durante la dictadura argentina y hoy en día dedicado a la memoria histórica, que ha visitado esta mañana en el primer punto de la agenda de este viernes.

Según el president, el viaje de nueve días que está haciendo por Latinoamérica tiene una agenda muy intensa, que incluye responsables gubernamentales de todos los países y con los cuales ha tenido oportunidad de abrir canales de colaboración. Por todo ello, ha insistido en que "Catalunya seguirá haciendo acción exterior, porque Catalunya tiene que explicarse fuera". "Catalunya no está encerrada y la Generalitat ha liderado esta apertura con la recuperación de las relaciones con la Comisión Europea y gobiernos de todo el planeta", ha asegurado.

En relación a los tropiezos que ha sufrido la agenda, ha insistido en que fueron las cuestiones internas, sobre la reforma de la ley del sistema de salud y los incidentes con los mineros en el Cauca, lo que obligó a "reagendar" la visita con Petro, "que finalmente no fue posible". "En una gira de estas características, cuando hay algún movimiento de agenda, tienes que fijar prioridades. En Uruguay, nuestra prioridad era poder visitar al presidente Pepe Mujica", ha añadido.

Aragonès dedicó media jornada a la visita a Uruguay, y tenía previsto reunirse con la vicepresidenta Beatriz Argimón antes de visitar a Mujica a su chacra. No obstante, la vicepresidenta cambió la hora del encuentro, lo cual obligó a la delegación a escoger con quién se reunía, según explicaron entonces fuentes de presidencia y ha retirado hoy Aragonès. Con todo, desde presidencia, se intentó hasta el último momento conseguir también la imagen del encuentro con Argimón.