La frustrada reunión con el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el intento de reagendar-la está marcando las últimas horas de la visita del president de la Generalitat, Pere Aragonès, a Bogotá. Los dos gobiernos habían confirmado que Petro recibiría a Aragonès el lunes a las 18 horas en su residencia oficial, el Palacio de Nariño. El president acudió a la cita puntualmente, pero a las 20 horas, casi dos horas después de la llegada de Aragonès, se comunicó que se aplazaba el encuentro. Desde el Govern se atribuyó este hecho a la crisis provocada por las protestas del mineros en el Cauca, en el suroeste del país. No obstante, Petro estuvo reunido hasta la noche en el mismo Palacio Nariño con grupos de la oposición para abordar la reforma del sistema de salud.

El Govern intentó encajar el revés con la cita explicando que durante las dos horas de espera el president mantuvo reuniones con el ministro de Exteriores y el de Hacienda y el encuentro se intentaría reagendar. Pero la estancia en Colòmbia de Aragonès se cierra este martes por la noche y, por lo tanto, solo quedan unas horas para encajar la reunión, teniendo en cuenta, además, la informalidad del presidente Petro, conocida por los habituales de la política colombiana.

A lo largo de este martes el entorno de Aragonès ha rodeado de absoluta discreción este tema para evitar una nueva decepción. Pero no ha hecho el mismo el embajador español en Colombia, Joaquín de Arístegui, que de madrugada anunció a través de un tuit publicado que la reunión se celebría este martes por la mañana. No solo eso, también dejó claro que la embajada actúa como la auténtica sombra del president desde que llegó a Colombia.

Aragonès, sin reunión

El president ha intentado bajar las expectativas sobre una nueva cita con Petro durante una comparecencia a primera hora de la tarde, después de reunirse con el responsable de la Jurisdicción Especial para la Paz, uno de los organismos surgidos de los acuerdos de paz del 2016. "La reunión que ayer mismo tuvimos oportunidad de organizar se ha tenido que aplazar por circunstancias de política interna del país que imposibilitan que se pueda llevar a cabo. En todo caso estaba previsto continuar los contactos y, por lo tanto, en otra ocasión aquí en Colombia o en el marco de las visitas que el president Petro haga a Europa estoy convencido de que tendremos oportunidad de hacer esta reunión", ha explicado Aragonès.

Todo, ha atizado, además, la polémica por el trato protocolario que ha recibido la Generalitat durante la estancia en Colombia, en la que la embajada española se ha convertido en la auténtica sombra de la delegación catalana. El embajador recibió al president a su llegada a Colombia y a partir de aquel momento un representante de la delegación diplomática se ha mantenido permanentemente a su lado. También sentados dentro de las reuniones, tal y como se han encargado de explicar tanto la embajada como su titular a través de Twitter. De hecho, el embajador acompañaba al president el lunes cuando se dirigió a reunirse con Petro y también en la reunión que mantuvo con el ministro de Exteriores, mientras que el número dos de la embajada estuvo presente en la reunión con el presidente de la Cámara de Representantes de Colombia, David Racero.

Esta circunstancia ha ido acompañado de episodios como la diferencia de dimensiones de la bandera de Catalunya con respecto a la española que se puso encima de la mesa de la reunión con el presidente de la Cámara de Representantes.

Xavier Vendrell

Aragonès ha empezado este martes su tercera y última jornada en Colombia con una entrevista en Radio Caracol donde se le ha preguntado por la situación a Catalunya y el diálogo con el Gobierno, pero también sobre la presencia a la política colombiana del exconseller Xavier Vendrell, que se ha convertido en uno del hombres de confianza del núcleo más próximo a Petro. En concreto se le ha interrogado sobre Vendrell, Xavier Grau y Eva Ferrer. Aragonès ha admitido que son personas que conoce, "porque han sido activas en Catalunya". "Una ha sido diputado a mi partido. Y tengo buena relación personal", ha explicado.

El president ha argumentado que de la misma forma que en el Parlamento hay una diputada colombiana, también se ha de poder producir al revés que catalanes tenga "implicación política" en Colombia.