Aunque los reproches vienen de muy lejos, estos han ido escalando exponencialmente desde que el pasado mes de mayo el Tribunal Supremo condenara al Museu Nacional d'Art de Catalunya, el MNAC, a devolver las obras del monasterio de Sijena a su emplazamiento original en Aragón, pese a los riesgos que esto supone para unas pinturas de gran valor patrimonial que ya están muy dañadas. Tras unas últimas declaraciones incendiarias, en las que el gobierno aragonés liderado ahora por el Partido Popular, acusaba a Catalunya de no haber cuidado lo suficientemente bien las pinturas románicas solo por el hecho de que estas eran originarias de Vilanova de Sijena y no de un municipio del Principado, este viernes han ido más allá. El director general de Cultura de Aragón, Pedro Olloqui, ha acusado directamente al gobierno español de tomar parte en el conflicto a favor de Catalunya y lo ha tildado de "inaceptable". El ministro de Cultura, procedente de los Comunes, Ernest Urtasun ha negado en las últimas horas las palabras del gobierno aragonés, cosa que no ha gustado nada al ejecutivo autonómico.
Las palabras de Urtasun
Concretamente, el ministro Urtasun ha asegurado que "cualquier crítica está completamente fuera de lugar", ante el cuestionamiento desde Aragón a los técnicos del MNAC por el traslado de las obras, defendiendo el trabajo de los trabajadores del museo de Montjuïc. Según el titular del ministerio, los técnicos están trabajando con una "profesionalidad exquisita" y el trabajo que hacen es "impecable". En la misma línea, ha pedido que todas las administraciones trabajen codo con codo para decidir cuáles deben ser los próximos pasos, después de que la justicia determinara que las obras debían volver al monasterio original, pero que los informes técnicos alerten de los peligros que esto supondría para uno de los grandes tesoros del románico. Antes de Urtasun, la Generalitat ya había salido a defender a los trabajadores del MNAC ante estas. En un comunicado, el director general de Patrimonio Cultural, cargaba contra las insinuaciones y aseguraba que los profesionales preservan las colecciones sin tener en cuenta su procedencia.
Las palabras de Urtasun han sido suficientes para que los dirigentes aragoneses vuelvan al ataque y Olloqui acuse al ministro de posicionarse a favor de las instituciones catalanas cuando, según él, "debería situarse al lado de la legalidad para favorecer que estas pinturas vuelvan en las mejores condiciones a Aragón, de donde no deberían haber salido”, ha añadido, negando, además, haber criticado a los trabajadores y dirigiendo sus reproches a los estamentos superiores: "La responsabilidad de la falta de diligencia de la conservación de las obras es de la dirección del museo”, ha remachado, “que la dirección del museo no se esconda detrás de ellos para no cumplir la sentencia”.
