La ANC reacciona. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha acabado resolviendo las dudas este viernes y ha confirmado que no asistirá a la manifestación unitaria del independentismo de la Diada 2022. Aragonès se ha justificado alegando que no cree coherente ir, ya que dice que es una movilización contra los partidos y las instituciones, y no contra el Estado español, según fuentes del Govern. El presidente también asegura que solo uniendo las formaciones políticas y la ciudadanía se podrá alcanzar el objetivo de la independencia, si bien ha deseado que las calles se llenen durante aquella jornada. Unas acusaciones que el jefe del ejecutivo justifica porque la misma organización asegura en su programa que la movilización pretende que la sociedad civil pase "por delante" de los partidos, "con movilizaciones y, si hace falta, con fuego nuevo a las instituciones". Además, lamenta la "inacción" de los partidos, con los cuales "ya no cuenta ni cree".

Ahora bien, desde la Asamblea advierten que las acusaciones del presidente no son acertadas y lamentan su decisión. En un comunicado, la entidad presidida por Dolors Feliu mantiene que la de la Diada es "una movilización en positivo por la independencia" que busca ser reivindicativa, a la vez que pacífica y democrática. Con eso, aseguran que no se pone a nadie en el punto de mira. "No se convoca contra nadie, pero no avalamos el autonomismo", dicen. "Tiene que ser una exigencia y una normalidad democrática que los ciudadanos y sus representantes se encuentren en la calle, y lamentemos que en esta ocasión no se pueda hacer con el presidente de la Generalitat".

"Foto con el Gobierno"

La manifestación del 11 de septiembre, pues, no es contra los partidos, sino "contra la estrategia de los partidos, que no se adhiere con la independencia", alegan. Se trata de una crítica continuada que la Asamblea ha dirigido, especialmente desde el inicio de la legislatura, hacia las formaciones políticas, y particularmente a ERC y Junts por su presencia en el ejecutivo catalán. Ante esto, la entidad confía en la fuerza de la sociedad civil. "Si el movimiento independentista ha avanzado estos años ha sido gracias a la no rendición, la lucha continuada y a avanzar por la independencia más allá de los partidos. Constatamos, ahora más que nunca, que seremos la ciudadanía quienes haremos la independencia", dicen. Con las formaciones políticas, la ANC se muestra dispuesta a cooperar, pero siempre "desde un liderazgo que recae en el conjunto del pueblo".

A pesar de esquivar en buena parte las críticas directas hacia Pere Aragonès, la organización independentista no evita algunos reproches por su apuesta decidida en defensa de la mesa de diálogo y la negociación con el Gobierno. "Desde la Assemblea Nacional Catalana no entendemos cómo el presidente del Govern de Catalunya se hace una foto con el Gobierno de Madrid y no se la quiere hacer con centenares de miles de catalanas y catalanes que exigen la independencia, lo mismo que su partido lleva en el programa electoral," lamentan. Eso sí, avisan de que la falta de asistencia del presidente no los parará.