La campaña 'Nosotros acusamos' de la Assemblea Nacional Catalana quiere volver a coger fuerza. La entidad puso en marcha esta iniciativa el pasado octubre, con la intención de dar visibilidad a la masa de represaliados independentistas y señalar a los cómplices de su persecución, como el Tribunal Constitucional, el presidente del Consejo General del Poder Judicial, el rey Felipe VI, la Audiencia Nacional, y el Tribunal Supremo, pero también la Generalitat. El objetivo es recoger el apoyo de la ciudadanía para que el Parlament de Catalunya cree una comisión de investigación sobre la amplitud y el alcance de la causa general contra el movimiento independentista, y finalmente hacer llegar el informe en el Consejo de Europa.

Ahora bien, la campaña no ha sido tan fluida como habría querido la ANC. Inicialmente se pretendía organizar esta recogida de firmas durante los últimos meses del 2022 para culminarlo al fin y al cabo en enero con una concentración ante el Parlament en que se entregaran los apoyos. Pero enero llegó y pasó, y este paso no se dio efectivo. La realidad es que la ruptura que se escenificó ahora hace unas semanas en la cúpula de la entidad, con la dimisión de una quincena de dirigentes y del vicepresidente Jordi Pesarrodona, tiene en la iniciativa 'Nosotros acusamos' una de sus chispas más explosivas. La polémica se originó a raíz de la actividad del grupo de trabajo encargado de la campaña, y formado mayoritariamente por miembros que posteriormente se articularon en torno a la corriente crítica.

Desde el sector oficialista, se señala que el grupo de trabajo dio poca importancia a la recogida de firmas desde el primer momento. Cuando se hizo un análisis de cómo había ido la campaña en diciembre, y a pocas semanas de la concentración ante la cámara, se constató que en aquel momento solo había 1.960 firmas de todo el territorio a favor de la comisión de investigación, según ha podido saber ElNacional.cat. "Un número ridículo, no puedes ir al Parlament con estas cifras", lamenta un secretario nacional. En cambio, los críticos aseguran que los pésimos resultados no fueron culpa del equipo de trabajo, sino de la falta de tiempo y la poca colaboración de la directiva. Alegan que la campaña no se empezó a trabajar hasta después del quinto aniversario del 1-O, cuando quedaban solo 12 días para la acampada de plaza Catalunya en que tenía que darse el pistoletazo de salida a 'Nosotros acusamos'. Y critican también que no se le diera repercusión mediática en las acciones de la entidad. "La gente de comunicación de la ANC decidió invisibilizar la iniciativa", señala un exdirigente. Sea como sea, el resultado fue deponer el equipo de trabajo y poner la campaña en el congelador.

Dos fines de semana de firmas

Y ahora, con unos meses de retraso y después de la salida de los disidentes, se ha decidido recuperarla. La entidad independentista ha anunciado que 'Nosotros acusamos' "vuelve en las calles con un nuevo impulso y dos maratones de recogidas de firmas físicas". La movilización tan deseada por los críticos llegará este fin de semana del 25 y 26 de marzo, y volverá a impulsarse el 6 y 7 de mayo, con la participación de más de un centenar de asambleas territoriales por todo el país, y también se puede hacer a través de la página web. La intención es "espolear la campaña y conseguir todavía más firmas" antes de llevarlas al Parlament. La ANC no ha querido aclarar cuál es la cifra actual de firmas, pero remarca que "hacen falta muchas más". "Por eso estamos haciendo este esfuerzo", explican fuentes de la entidad a este diario.