La mujer anarquista que quemó un furgón de la Guardia Urbana ha probado la miel 'de la fama' en su país de origen: Italia. Diarios como La Stampa o la Repubblica le dedican amplios reportajes después de protagonizar un acto vandálico en Barcelona coincidiendo con las protestas de Pablo Hasél. Incluso lo han analizado al detalle para saber quién es: se trata de Sara Caterina Cassicia, de 35 años y procedente de los movimientos okupas de Turín.

Muy activa en las redes sociales, ahora menos, envió un mensaje, según recoge el diario El Mundo, a un amigo suyo justo antes de sumarse a las protestas: "Ahora la prisión, después el karaoke". Eran las seis de la tarde y parecía dispuesta a todo y convencida de asumir todas las consecuencias. La consigna marcada la tenía clara: "Tomaremos la plaza y haremos que se retire la policía fascista. Por todos vosotros, compañeros detenidos". Caterina, militante del movimiento okupa en Italia, es reconocida en el ámbito underground cultural de su país.

e hace llamar Tzara Kasjtcha y se define como una 'videomaker'. Incluso dos galerías se habrían interesado por sus creaciones. A modo de ejemplo, podemos encontrar expresiones como una pistola recreada, por una parte, con una zanahoria.

pistola zanahoria

Obra de la anarquista italiana / Foto: @tzarakasjtcha

En los últimos cuatro años, pasaba largas temporadas en Catalunya, concretamente ahora okupaba la histórica fábrica de Can Jover en Canet de Mar, Barcelona. Vivía allí desde hacía un año con quince personas más, entre familias que viven en situaciones precarias. Caterina también reniega de las normas sanitarias y va en contra del uso de la mascarilla: "Hoy, gracias a las leyes represivas impuestas por la Covid-19, muchos derechos individuales se pierden a favor de quien exige sacrificios. Queremos vivir libres, iluminad el cielo con la luz del fuego que quemará las calles", firma su entorno.

Desde este grupo, tienen la premisa de no entrar en una manifestación hasta que esta haya empezado. Según los Mossos, utilizan técnicas para reunirse o dispersarse cuando convenga. Y la manera de comunicarse en el momento de la protesta es con mensajes breves, si hace falta, de una sola palabra. Ahora, su defensa se prepara para enfrentarse a la justicia. Cuenta con abogados de pago y según recoge El Mundo, ha admitido que ella no se lo puede permitir pero sus padres sí "porque están forrados".

Sara Caterina C. está acusada de pertenencia a grupo criminal, delito de tentativa de homicidio y de desórdenes públicos y daños. Los arrestados, según la Comisaría General de Información de los Mossos, formaban parte de un grupo organizado que lideró los actos vandálicos más graves sucedidos en Barcelona a raíz del encarcelamiento del rapero Hasél.

Además del incendio de la furgoneta, se atacaron entidades bancarias y también se hicieron saqueos en tiendas y establecimientos de la rambla de las Flors y de la rambla Catalunya. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha afirmado que el Ayuntamiento se personará como acusación particular contra los responsables que quemaron la furgoneta de la Guardia Urbana.