Junts per Catalunya quiso alinear al PSC con el Acuerdo de Bruselas durante el debate de política general celebrado hace una semana. El pacto que dio como resultado la amnistía o otros acuerdos como la delegación de las competencias en inmigración o la oficialidad del catalán en la Unión Europea no vive en su mejor momento, y los junteros buscaban que los socialistas catalanes votaran favorablemente a alguna de las propuestas acordadas con el PSOE. Sin embargo, el partido de Carles Puigdemont no está satisfecho con el resultado y, por eso, ya ha advertido que tomarán decisiones importantes este otoño sobre su relación con el PSOE. El presidente de Junts en el Parlament de Catalunya, Albert Batet, repasa en esta entrevista en El Nacional.cat la situación política del país, qué consecuencias tendrán las votaciones del PSC en el debate de hace más de una semana, así como el fracaso de la opa del BBVA al Banco Sabadell o las nuevas y polémicas cuotas de autónomos que quiere aprobar el gobierno español.
Hace poco más de una semana del debate de política general. ¿Cómo lo valora? ¿Cuál cree que es el resultado?
Tenemos un president de la Generalitat, el president Illa, que es un gran anestesista de Catalunya y que con las decisiones importantes siempre se pone de perfil. Lo hemos visto con la opa al Sabadell, y lo vemos esta misma semana con los autónomos. Catalunya tiene un sistema basado sobre todo en los autónomos. Tenemos 600.000. Y Pedro Sánchez y Madrid quieren incrementarles los impuestos de una forma injustificada, mientras el president de la Generalitat no dice nada. Y eso es lo que vimos en el debate de la política general. Los datos macroeconómicos van muy bien, pero, cuando se baja al día a día de la calle, de la realidad de la ciudadanía, los impuestos que pagan las familias o las empresas no tienen su traslado en un estado de bienestar sólido. Hay una crisis del ascensor social. Ante esto se deben dar respuestas, pero el Govern de Illa no lo está haciendo. El president está callado y no quiere llevar la contraria a Madrid en nada.
Ante tanta anestesia, debe haber iniciativa. Y, por eso, Junts per Catalunya, la semana que viene, presentaremos dos iniciativas en el Parlament de Catalunya. Una es el pleno monográfico sobre la crisis del ascensor social y del estado del bienestar. No puede ser que el PIB vaya creciendo, pero el PIB per cápita no lo haga también. No puede ser que Madrid esté a 44.000 euros y el PIB de Catalunya esté a 37.000 euros. Se debe dar respuesta a estas familias que no pueden llegar a final de mes, a estos empresarios y autónomos que están apretados de impuestos, las clases medias que necesitan un salario mínimo adaptado al coste de la vida en Catalunya o que necesitan unas pensiones adaptadas al coste de la vida en Catalunya.
Por eso, la segunda iniciativa que registraremos para intentar despertar de la anestesia al Govern de la Generalitat de Catalunya es un proyecto de ley para bajar el IRPF y para eliminar el impuesto de donaciones y sucesiones. Lo registraremos en forma de proyecto de ley y se tendrá que votar en el Parlament de Catalunya.
¿Es posible todo esto sin un nuevo modelo de financiación? Entiendo que ustedes han hablado de ello en Madrid con el PSOE…
Esta crisis del estado del bienestar y esta ruptura del ascensor social donde los padres ven que sus hijos serán menos ricos que ellos, ya sea con una vivienda, una profesión, o la doble Catalunya que se está creando desde un punto de vista territorial, viene sobre todo fruto del déficit fiscal. Y lo que no puede ser es que el déficit fiscal sea respondido con más impuestos para Catalunya. Por eso hace falta un Govern que defienda los intereses de Catalunya, como hacemos Junts per Catalunya en Madrid, con nuestros siete diputados, que han puesto a Catalunya por delante de todo. Defendemos un concierto económico al estilo vasco, tal como aparece en el Acuerdo de Bruselas. No se puede no querer publicar unas balanzas fiscales o no reconocer esta falta de inversión del Estado. Lo que conviene es que el déficit fiscal no sea a fuerza de apretar con más impuestos a los catalanes. Es necesario que haya un retorno con calidad en los servicios públicos.
Para poder solucionar esto, ¿no se debería negociar un nuevo modelo de financiación? Es decir, para poder eliminar el impuesto de sucesiones o deflactar el IRPF, ¿no se debería negociar un nuevo modelo?
Eso depende de voluntad política, del Parlament de Catalunya y del presupuesto de la Generalitat de Catalunya.
¿Pero las arcas de la Generalitat podrían asumirlo en estos momentos?
Es evidente. Ha habido un incremento en los ingresos de la Generalitat de Catalunya. Y, por lo tanto, nosotros entendemos que esto se puede asumir perfectamente.
¿Y sin presupuestos?
El gobierno del PSC se ha acostumbrado a no tener presupuestos. No hay presupuestos en el ayuntamiento de Barcelona, no hay presupuestos en la Generalitat de Catalunya y no hay presupuestos en Madrid. De hecho, el primer gran incumplimiento del president Illa es cuando anunció que habría presupuestos el 31 de enero de 2025. No tramitó los de 2024, no ha presentado los de 2025 y ahora ya dice que lo harán en el año 2026, y que ya veremos. Así no se gobierna un país. El país debe despertarse de la anestesia del president Illa con iniciativa y reconociendo los problemas.
Si el president Illa acepta sus propuestas, ¿ustedes podrían negociar o incluso votar a favor de unos presupuestos de la Generalitat?
El president Illa ya ha elegido socios de legislatura y de investiduras. Está en manos de los Comuns, con los que destrozaron la vivienda en Barcelona, con los que quieren políticas de decrecimiento. La señora Albiach y el señor Cid mandan más que los consellers de la Generalitat de Catalunya. La realidad es que la dependencia de los Comuns en Catalunya y en Madrid es muy elevada. Donde estén los Comuns, no puede haber Junts per Catalunya.
¿Pero no se sentarán ni a hablar de los próximos presupuestos?
Somos gente responsable, gente seria, pero quien tiene la responsabilidad de presentar presupuestos es el Partido Socialista. Y de momento las tres administraciones donde tienen esta responsabilidad no lo están haciendo. El president Illa está en manos de los extremos. Por un lado tiene a los Comuns, pero cuando le interesa, como en el debate de política general, de forma rápida pactan con PP y VOX. Con los aspectos nacionales, de inversiones, de recursos o de infraestructuras tienen los dos tripartitos. Entendemos que esto es una situación débil, que no es buena para Catalunya. Los extremos no son buenos para Catalunya. Y la dependencia de los extremos del president Illa no es buena para Catalunya.

Antes hablábamos del modelo de financiación, de financiación autonómica. El presidente de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, pedía un frente común para que Catalunya consiga un modelo de financiación propio. ¿Ustedes recogen el guante de esta propuesta?
Nuestro proyecto de modelo de financiación es el concierto económico y lo hemos dicho de forma muy clara. Queremos que el dinero que pagamos los catalanes se quede en Catalunya. Actualmente, tenemos un déficit fiscal que no sabemos cuál es. La última vez que se publicó sabíamos que era de 22.000 millones. Ahora mismo seguramente ha crecido. No lo hacen público porque les debe dar vergüenza enseñar las balanzas fiscales, igual que no hacen pública la ejecución de las inversiones del Estado en Catalunya, porque les debe caer la cara de vergüenza. No hay más que ver lo que ha pasado con Rodalies. Lo que nosotros no haremos son pactos de financiación fake. No se puede seguir solucionando el déficit fiscal con más impuestos a los catalanes. Por eso presentamos esta iniciativa de reducción fiscal en el Parlament de Catalunya, para que se vote de una forma clara que se bajen los impuestos a las clases medias y trabajadoras y que se elimine el impuesto de sucesión.
¿Han hablado del modelo de financiación en la mesa de negociación que tienen ustedes con el PSOE en Suiza?
Este espacio de negociación es un espacio de confidencialidad y uno de los puntos que hay sobre la mesa, o que puede haber, es el concierto económico. Como está el reconocimiento nacional, como está la amnistía, como estaban los temas de inmigración o como está la oficialidad del catalán en la UE. No aceptaremos pactos de financiación fake.
En el reciente debate de política general, ustedes buscaban alinear al PSC con el Acuerdo de Bruselas. Ustedes ya han manifestado que no fue así, que más bien, según dicen ustedes, los socialistas se alinearon más con PP y Vox. ¿Qué consecuencias tendrá esto?
A mí no me corresponde especular, me corresponde constatar. Constatamos que la advertencia que habíamos hecho al Partido Socialista, que aspectos importantes que se estaban negociando y construyendo en Ginebra se estaban destruyendo en el Parlament de Catalunya con el tripartito PSC, PP y Vox. Y que no es para hacer un doble discurso.
Usted, en el discurso del debate de política general dijo que si la negociación con el PSOE llegaba a su fin, buscarían otra vía. ¿Cuál es esta vía?
No me corresponde especular. El partido es quien debe tomar las decisiones, la ejecutiva del partido con los liderazgos que correspondan, y escuchando a todo el mundo se podrán tomar las decisiones que sean oportunas.
¿Y cuándo tienen previsto tomar esta decisión?
Como le he dicho, yo vengo aquí como presidente de grupo parlamentario, estas son decisiones en el ámbito de partido y, por lo tanto, no me corresponde a mí abordarlo.
¿Cómo verían una posible moción de censura instrumental contra el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez? ¿El vicepresidente del partido, Toni Castellà, no cerró la puerta a esta opción?
Quien está pactando día sí y día también, y votando con el PP y Vox, es el partido socialista. Lo vemos en el Parlament en más de 84 ocasiones, con aspectos que afectan directamente a los catalanes. Lo vimos en el ayuntamiento de Barcelona, a pesar de haber ganado Xavier Trias. Nosotros somos gente seria, responsable, y lo que queda claro es que esta manera de funcionar del Partido Socialista nosotros no la compartimos.
¿Pero esta podría ser una vía?
No me corresponde a mí especular. El partido tomará las decisiones que correspondan en su momento.

¿Espera un encuentro próximamente entre el presidente del gobierno español Pedro Sánchez, y el president Carles Puigdemont?
Lo que nos gustaría es que se cumplieran los pactos. Esto no va de encuentros y de fotos, sino de unos compromisos y acuerdos firmados.
¿Pero aceptarían ahora una reunión?
Esto no va de fotos, esto va de cumplir los acuerdos.
El lunes se reunieron, nuevamente, en Suiza con el PSOE. ¿Se produjo algún avance o continúa encallado como durante las últimas semanas?
Todos los aspectos de negociación de la mesa del diálogo con un mediador internacional están en el ámbito de la discreción. Nosotros lo hemos creído desde el primer día, que las cosas, para que funcionen, deben ser en este ámbito.
A pesar de ello, ¿cuestiones como la oficialidad del catalán, la delegación de inmigración o la amnistía siguen atascadas?
Usted mismo lo dice. Se aprueba una amnistía constitucional y no se aplica. Con la oficialidad del catalán, el gobierno español ha ido tarde. Hay que ver inmigración. Es decir, para que Podemos rectifique y vote cosas del gobierno español están dispuestos a sacrificar el aeropuerto de El Prat. Para que nos den las competencias de inmigración en Catalunya, para que se puedan decidir las políticas desde Catalunya, no están dispuestos a decidir nada en Podemos, ni unos ni otros. Es evidente que en este sentido el PSOE lo que tiene que hacer es cumplir.
¿Esperan un cambio de posición de Podemos en este aspecto?
Los extremos nunca son buenos. Y se tocan. Y aquí, con las políticas de inmigración, lo hemos visto de una forma clara.
En el Parlament, ¿cómo están las relaciones con Esquerra Republicana?
Esquerra Republicana es un partido que apoya al Govern. Es una muleta del Govern. Nosotros somos un partido de oposición de alternativa. Por lo tanto, tenemos dos roles muy diferenciados.
¿Pero tienen ustedes una relación fluida y estable?
Las relaciones personales existen y son fluidas. Es evidente que en estos momentos Esquerra tiene un posicionamiento político de apoyo al Partido Socialista.

¿Y cómo está la relación con el PSC? Siempre se ha dicho que usted tiene una buena relación con el president Illa…
Las relaciones políticas también existen. Y lo que es evidente es que el president Illa es un presidente débil que quiso asumir la presidencia en un entorno de debilidad y de inestabilidad. Así no se puede gobernar Catalunya. Somos dos proyectos políticos muy diferentes. No quiero decir antagónicos, porque hay aspectos que seguramente quizás compartimos, pero desde el punto de vista de proyecto nacional somos como el aceite y el agua, de muy difícil confluencia.
Antes también hemos hablado de las nuevas cuotas de autónomos. Ha criticado al president Illa por no rechazarlas…
Es sorprendente que una medida que afecta a 600.000 catalanes, que afecta a 600.000 familias de pequeñas y medianas empresas, con la que se incrementan las cuotas de autónomos de forma desproporcionada, con las dificultades que hay en Catalunya para llegar a fin de mes, donde vemos que la media del sueldo de los autónomos está por debajo del salario mínimo interprofesional, y el president de la Generalitat se calle. Que Pedro Sánchez se quiera cargar el sistema de autónomos no lo podemos compartir de ninguna manera.
Entiendo que cuando se lleve a votación en el Congreso, ustedes lo rechazarán…
En el Congreso, en el Parlament de Catalunya y donde convenga. Es decir, lo que conviene a Catalunya es reforzar el estado del bienestar. Por eso, es necesaria una economía fuerte, porque está tambaleándose. Hay algunos aspectos que chirrían. En estos momentos, tenemos unos datos macroeconómicos muy buenos, pero la realidad del día a día de la gente es que cuesta llegar a fin de mes. Somos los campeones pagando impuestos. Pagamos tantos impuestos, que tenemos un déficit fiscal descomunal. Y este déficit fiscal, por no corregirlo, se sube en impuestos a los catalanes.
Hablemos de Junts. Usted ha sido alcalde de Valls. En las últimas semanas, o meses, se ha dicho que hay un malestar de varios alcaldes del partido… ¿Usted lo percibe así?
Yo he tenido el honor de haber sido alcalde de Valls y viví la época del tripartito del president Montilla. Fueron unos años muy difíciles. Y puedo entender perfectamente cómo se sienten estos alcaldes con una presión social y con una situación económica como la actual ante este tripartito. Porque actúan igual, y el alcalde está en primera línea de trinchera y luchando. Lo que conviene es que haya un Govern de la Generalitat que dé las herramientas y los recursos que necesitan los ayuntamientos para hacer frente a esta situación actual.
Lo que conviene es que en Madrid se suprima la ley de racionalización y sostenibilidad de la administración local (LRSAL) para que los ayuntamientos puedan financiar con sus propios recursos sus políticas. Esta voz no es escuchada. Desde Junts per Catalunya, no solo la escuchamos, sino que la compartimos. Somos un proyecto que defiende muy bien lo que es el territorio. Un informe reciente informaba de esta dualidad que se está construyendo con el entorno de Barcelona y el resto del país. Nosotros estamos en contra de esto y todos debemos hacer piña para que haya un cambio en el Govern y para que se recupere esta centralidad que necesita el país para construir un estado del bienestar y una economía fuerte.

Hay alcaldes que, en privado, e incluso también lo ha dicho el president Mas, dicen de hablar con Aliança Catalana. ¿Cree que el llamado cordón sanitario en el Parlament no está funcionando?
Junts per Catalunya y el catalanismo político siempre ha sido un proyecto de unos valores y de entender el país de una manera determinada. Unos valores que el catalanismo político ha defendido siempre. Aliança Catalana va en contra de todo lo que ha defendido el catalanismo político durante los últimos cien años, desde Prat de la Riba, Valentí Almirall, el president Macià, el president Pujol y todos los presidents que ha habido en Catalunya. Creo que nosotros debemos defender nuestro proyecto político con toda la fuerza, de forma desacomplejada, que quiere decir una Catalunya con un estado del bienestar fuerte, con una economía fuerte, defender Catalunya y su libertad. Somos el proyecto político con la fuerza municipal más grande. Los extremos nunca son buenos para Catalunya.
¿Tienen alguna estrategia para evitar el auge de Aliança Catalana, tal como dicen las últimas encuestas?
Mire, sabemos lo que significa la operación encuesta, que quiere condicionar la realidad de los catalanes y las catalanas. Nosotros lo que tenemos que hacer es trabajar y presentar nuestro proyecto político. Ambición nacional, ambición social y económica. Que es el mejor proyecto para Catalunya y defenderlo de forma desacomplejada, como hacen los alcaldes, como lo hacemos en el Parlament de Catalunya, como lo hacemos en Madrid, con nuestros líderes, con el president Puigdemont, Jordi Turull, el president del Parlament, Josep Rull, o con Míriam Nogueras, y con un grupo de personas y de gente joven que está creciendo que es una gozada.
Señor Batet, ¿qué perspectivas tienen de un retorno del president Puigdemont?
Sería muy deseable que esto fuera así, y que se aplicaran las leyes, como la amnistía que está aprobada y que la justicia española lo respetara. Esperamos que esto sea así.
¿Tienen alguna fecha posible?
Especular con temas tan delicados es muy complejo. Lo que conviene es que se cumplan las leyes.