El jefe de la oficina del presidente Puigdemont, Josep-Lluís Alay, ha cargado contra la reunión de ERC con el PSOE por el CatalanGate. La consellera de Presidencia, Laura Vilagrà, ha recibido al ministro de Presidencia del Gobierno, Felix Bolaños, para abordar el espionaje en el entorno independentista. A Alay, que es uno de los afectados por este caso, no le ha gustado nada la fotografía de la reunión y ha asegurado que el encuentro es "blanquear" al PSOE por uno de los casos más polémicos que rodean los socialistas: el caso Lasa y Zabala. Dos activistas independentistas vascos de dieciocho años que fueron torturados y ejecutados por la Guardia Civil durante el mandato del socialista de Felipe González. El rasgo característico de este asesinato es que fueron enterrados bajo cal viva. Es por esto que Alay carga diciendo: "Blanquear la cal".

La sentencia contra los torturadores y asesinos de los chicos José Antonio (Joxean) Lasa Aróstegui y José Ignacio (Joxi) Zabala Artano determinó que fueran condenados Enrique Rodríguez Galindo, general de la Guardia Civil destinado a Intxaurrondo, a cincuenta y siete años por las dos ejecuciones, más siete por las dos detenciones ilegales. Ángel Vaquero, teniente coronel, condenado a cincuenta y siete años de prisión por los dos asesinatos. Julen Elgorriaga, gobernador civil de Guipúzcoa, condenado a sesenta y nueve años. Pero, a pesar de las condenas, sólo pasaron unos pocos años entre barrotes. Además que, como todos los terroristas de los Grupos Antiterroristas de Liberación, recibieron el indulto del gobierno del PP o del PSOE.

La reunión por el espionaje

El encuentro Vilagrà-Bolaños se ha producido en el marco del caso CatalanGate. La formación de ERC, que es socia del Gobierno, había amenazado en varias ocasiones con enfriar las confianzas con los socialistas si estos no depuraban responsabilidades por los espionajes a los independentistas. Finalmente, Bolaños ha viajado hasta el Palau de la Generalitat para rebajar las tensiones entre el gobierno catalán y el español. Al acabar, el ministro ha anunciado la apertura de un control interno dentro del CNI a petición del mismo Centro de Inteligencia, así como la constitución de manera inmediata de la comisión de secretos oficiales. Bolaños ha garantizado la "plena cooperación del gobierno con la justicia". La respuesta del ministro no ha satisfecho a la consellera, que ha valorado negativamente el encuentro y ha advertido de consecuencias graves, si no se aclara el asunto.

La reunión, que ha empezado con tres cuartos de hora de retraso, ha durado más de dos horas. Por exigencia de la consellera, se ha hecho sin móviles encima de la mesa. El ministro ha comparecido al acabar ante la prensa, pero sólo ha aceptado tres preguntas. Ha asegurado que las instituciones españolas actúan dentro de la legalidad y que el Gobierno comprende la preocupación de los afectados, que el Gobierno tiene "la conciencia tranquila y nada que esconder". Bolaños ha mostrado la confianza en que la comisión de secretos oficiales se constituya tan pronto como sea posible. "Está allí donde realmente la directora del CNI u otras personas pueden dar información y que los portavoces de todos los grupos puedan tener acceso", ha explicado. El ministro ha asegurado que ya han iniciado los contactos con los grupos para constituir la comisión, que tendrán que estar representados todos los grupos sin excepción y no hay ninguna figura que pueda sustituir a este control del Parlamento, ejerciendo sus derechos a la información.