La mañana del la investidura empezaba con un anuncio de acuerdo entre JuntsxCat, ERC y la CUP para investir Carles Puigdemont aunque no estuviera presente. El acuerdo indicaba que la investidura se podría hacer delegando la lectura del discurso a otro diputado. A medida que han ido pasando las horas, sin embargo, el acuerdo se ha ido diluyendo, sobre todo, después del aplazamiento del pleno anunciado por presidente Roger Torrent.

Si ya en un primer momento algunas de las partes no acababan de confirmar el acuerdo, todavía ha quedado más en entredicho cuando el presidente del Parlament, Roger Torrent, ha anunciado que suspendía el pleno hasta saber la resolución del Tribunal Constitucional, ya que la CUP y JuntsxCat no habían sido informados de esta decisión.

El anuncio de Torrent, pues, ha causado malestar dentro del grupo parlamentario de Puigdemont, que considera que se dan las condiciones para hacer el pleno de investidura este martes. Sin embargo, valoran que Torrent se comprometa públicamente a no presentar ni proponer ningún otro candidato alternativo a Puigdemont.

Por su parte, el líder de la CUP en el Parlament, Carles Riera, ha asegurado que "por lealtad al resultado del 21D hace falta que el Pleno sea convocado hoy". "Ninguna concesión", ha reclamado, afirmando que la democracia no se aplaza y haciendo patente también su malestar.

Este lunes por la noche las diputadas de JuntsxCat Laura Borràs y Elsa Artadi ya daban por hecha la investidura. "Todo a punto para mañana", aseguraban, añadiendo que Puigdemont sería investido.

Sin embargo, aunque por la noche todo apuntaba que habría un acuerdo entre los tres partidos soberanistas, esta mañana el acuerdo se ha acabado rompiendo. De hecho, ya antes del aplazamiento algunas de las partes no acaban de confirmarlo.

La CUP ha asegurado a primera hora que las negociaciones continuaban, pero que no había nada cerrado. "Todo continúa igual que ayer", han asegurado fuentes de los cupaires a El Nacional. Tampoco JuntsxCat ha acabado de confirmar los extremos del acuerdo. Según fuentes de la candidatura, había un acuerdo para sacar adelante el pleno, pero no se había hablado del formato. "Eso depende y es decisión de la Mesa", han asegurado.

Finalmente, el aplazamiento lo ha acabado haciendo tambalearse todo.

Pendientes del TC

Sea como sea, el pleno de investidura que se tenía que celebrar esta tarde ha quedado suspendido, a la espera de la decisión del Tribunal Constitucional, que se reúne hoy a las 13 horas para deliberar sobre el recurso de JuntsxCat en contra de las medidas cautelares que dictaron sus magistrados por unanimidad el sábado. Estas medidas obligaban en Torrent a suspender la investidura, a no ser que Puigdemont fuera autorizado por el Tribunal Supremo para asistir a la investidura.

Para estar presente, y según obligaba el TC, tenía que pedir autorización al juez Pablo Llarena, pero ayer, el candidato a la Presidencia de la Generalitat rechazó pedir autorización en el Supremo para poder asistir al pleno de investidura y recordó que desde el 17 de enero ha accedido al "pleno ejercicio" de la condición de parlamentario, y que, por lo tanto, "disfruta de la plenitud de derechos y prerrogativas parlamentarias previstos en el Estatuto de Autonomía de Catalunya, el reglamento del Parlament de Catalunya y otras legislaciones aplicables".