Los indultos a los presos políticos y la mesa de diálogo entre el Govern catalán y el español no han servido para cambiar la opinión de la sociedad española con respecto al futuro del president Puigdemont, que ya ha dejado claro que no quiere que se le conceda ningún indulto. Según un barómetro de GAD3 para el diario ABC, 7 de cada 10 españoles reclaman que Puigdemont sea extraditado y juzgado en el Estado. Este porcentaje varía entre los votantes de los diferentes partidos.

Mayoría de los socialistas

Los votantes de Vox son los que más desean que el president sea extraditado: un 91% cree que así debería de ser, mientras que un 5% apuesta por el no. Con cifras muy similares se mueven los votantes de Ciudadanos, ya que lo desean 9 votantes de cada 10. En el caso del PP, la cifra se reduce ligeramente, con un 88% de los votantes que quieren que sea extraditado.

Aunque ha sido un gobierno socialista, en coalición con Unidas Podemos, quien ha apostado por otorgar los indultos parciales a los presos, en virtud del diálogo y para poder pasar página, la mayoría de sus votantes creen que el president Puigdemont tendría que ser extraditado a España para poder juzgarlo: 6 de cada 10 apuestan por esta vía, mientras que un 22% la descartan.

Caso de Unidas Podemos

En el caso de Unidas Podemos, aunque no es la opinión mayoritaria, casi la mitad de su electorado, un 48%, reclaman esta vía contra Carles Puigdemont, con un 27% en contra. Aunque varios miembros del partido se posicionaron en contra de su detención en L'Alguer, los comunes votaron en contra de una declaración en el Parlament que daba apoyo explícito al president en el exilio, junto con Cs, PP, PSC y Vox.

En cambio, solo 2 de cada 10 votantes de Más País cree que hay que extraditarlo, mientras que la mayoría (52%) se muestran indiferentes ante esta situación.

"Someterse a la justicia"

Desde el PSOE han defendido en reiteradas ocasiones su postura con respecto a la situación de Puigdemont: tiene que ser extraditado para poder juzgarlo en España. Por ejemplo, a raíz de su detención en Cerdeña, quisieron expresar su "respeto" por la actuación de las autoridades y tribunales italianos y defendían que el president "tiene que someterse a la acción de la justicia como cualquier otro ciudadano". Entonces, Pedro Sánchez defendió que "el diálogo es más importante que nunca".

Algunas voces dentro del socialismo han abierto, sin embargo, la posibilidad del indulto para el president. Concretamente, el expresidente Zapatero dejó caer que el Gobierno trabaja en una solución para Puigdemont: "Hay gente pensando, tengamos confianza, de la misma manera que los indultos han funcionado bien, tengamos confianza" sugirió.

No quiere el indulto

Con todo, después de una nueva persecución fallida de Llarena, el president Puigdemont ha querido volver a defender la estrategia de los exiliados, pidiendo al Govern que su situación personal no forme parte de la agenda de la mesa de diálogo acordada por ERC y el Gobierno. "No fuimos al exilio para pedir un indulto", ha recordado en este sentido.

Por este motivo, en un artículo en El Punt Avui ha reclamado que se respete la estrategia que han escogido y defendido durante cuatro años los políticos exiliados. "Pido que nadie hable por nosotros, que no interfieran en nuestra estrategia buscando atajos que no queremos," ha expuesto el president dirigiéndose al Govern.

En la imagen principal, el president Puigdemont después de declarar en el tribunal de Sassari / Efe