Ya hace tiempo que las noticias judiciales ocupan una parte sustancial de los noticiarios, especialmente en Catalunya, donde tienen gran protagonismo las relacionadas con los hechos del 1 de octubre y sus amplias secuelas.

Estos últimos días el protagonista ha sido (otra vez) el president Puigdemont, objeto de caza mayor (como en su día dijo y lo sufrió el president Artur Mas) por parte del Estado y los que mandan, entre los cuales la cúpula judicial y la de seguridad nacional españolas. No hay que ser un visionario para ver que se la tienen jurada al independentismo, y como la cúpula judicial tiene la agenda llena de actuaciones en este ámbito en el futuro inmediato, me ha parecido oportuno recuperar el último Eurobarómetro (una encuesta anual), que intenta medir la percepción ciudadana de la independencia de la justicia entre los 27 países miembros. Este diario se hizo eco de algunos resultados de esta encuesta el pasado 9 de julio y yo mismo hablé de la encuesta del 2018 los 21 y 22 de noviembre de aquel año.

El trabajo de medición al cual nos referimos es estadísticamente representativo, tanto en el ámbito de la UE (muestra de 25.827 encuestados), como de España (muestra de 1.007 encuestados) de la población de 15 años y más. El trabajo de campo se hizo entre el 29 de marzo y el 6 de abril de este año.

En motivo de la actualidad y de la proximidad del cuarto aniversario del 1-O me ha parecido oportuno recordar algunos resultados de la percepción que tienen los españoles de la independencia judicial y poner sobre la mesa la pregunta de qué resultados se obtendrían si el Eurobarómetro cogiera sólo Catalunya, territorio sobre el cual no se publica ninguna explotación de la encuesta en cuestión.

Para situarnos mejor, resulta relevante destacar que los resultados de los eurobarómetros se incorporan al EU Justice Scoreboard, el cual recoge datos sobre eficiencia, calidad e independencia de los sistemas nacionales de justicia. Unos sistemas de justicia efectivos son esenciales, se nos recuerda en la introducción, para aplicar la ley EU y para mantener el papel de la ley y los valores sobre los que descansa la UE.

La cúpula judicial, pocas personas pero con nombres y apellidos bastante conocidos, ha dado muestras de sesgos ideológicos y de selección, impropios de la posición que ocupan y que en Europa no ocuparían

Pues sobre la independencia de la justicia española, una minoría de los encuestados la percibe adecuada (muy o bastante buena), concretamente un 38%, a notable distancia de los resultados que se obtienen en el conjunto de la UE (54%) y a gran distancia de cuatro países que más que doblan el porcentaje de satisfacción español (Finlandia, Dinamarca, Países Bajos y Austria). En sentido inverso, la proporción de encuestados que percibe que la justicia no es adecuada (mala o muy mala) es en España del 50% (35% en el conjunto de la UE).

Los españoles encuestados que dicen que tienen una mala percepción de la independencia de su sistema de justicia lo achacan a tres factores parecidos en el conjunto de la UE: interferencias o presiones del gobierno y de los políticos (79% UE, 79% en España), interferencias o presión de intereses económicos u otros (74% UE, 75% en España) y que el estatus y la posición de los jueces no garantiza de manera suficiente su independencia (64% UE, 57% España).

Estos resultados corresponden a percepciones sobre el sistema judicial en general en el conjunto del Estado. Me pregunto qué resultados se darían en Catalunya, teniendo en cuenta que la percepción de los catalanes podría estar altamente influida por el trato que está dando la justicia española a los encausados por el procés y las acciones derivadas. Se trata de un número muy limitado de magistrados, eso sí, con mucho de poder y con gran presencia en los medios de comunicación.

Diría que la población con opinión negativa sobre la independencia judicial estaría bastante por encima del 50% español. Y también diría que, sobre los factores que determinan valoraciones negativas, la percepción de las interferencias (políticas y económicas) sería mucho más alta. Sin embargo, vista la visibilidad de la cúpula judicial española y su deseo de castigar ejemplarmente el independentismo, creo que lo peor valorado sería el estatus y la posición y de los jueces como garantía de independencia. ¿El motivo? La cúpula judicial, pocas personas pero con nombres y apellidos bastante conocidos, ha dado muestras de sesgos ideológicos y de selección, impropios de la posición que ocupan y que en Europa no ocuparían.

¿Por qué no hacemos una encuesta sobre este tema?