Le llaman "Régimen del 78", pero le podrían llamar "Régimen del pangolín". Sí, el pangolín, este animal que ahora se ha hecho tan famoso porque con todo esto de la COVID dicen que "con el empezó todo". Pero antes, el pangolín ya era conocido porque hace una bola consigo mismo. De hecho su nombre proviene de la palabra malaya peng-goling, que quiere decir "que se enrolla". Y si el régimen del 78 sabe hacer una cosa, esta cosa es hacer una bola de autoprotección cada vez se siente amenazado. Pero, al igual que el pangolín, también sabe usar su lengua, tan larga como estrecha y pegajosa, para atrapar a sus víctimas y comérselas. Y quien dice lengua, dice informes mágicos elaborados por el "deloscobismo".

A ver, servir-servir, lo que sería servir, las comisiones de investigación de los parlamentos no sirven de mucho. Ahora bien, ya que tenemos los edificios y tal, pues incluso quedaría bien aprovecharlos para hablar de cuestiones importantes para la salud democrática de un Estado y sacar unas conclusiones políticas que, realmente, no servirían para mucho pero que generarían un calorcillo democrático. Como haciendo ver qué, ¿sabe lo que digo verdad? Debatir en el Congreso de los Diputados sobre las comisiones cobradas presuntamente por el Rey Emérito I sería un signo de higiene democrática, pero eso el Régimen del Pangolín no lo permitirá nunca. Como tampoco permitirá que se hable de la, también presunta, relación de Felipe González con los GAL aparecida en unos papeles desclasificados estos días por la CIA. Bien, ni que se hable al Congreso ni que se hable en general en los medios amigos, que por alguna cosa son amigos y que están para lo que están.

Y es que es lógico porque, ¿cómo tiene que ser noticia que la CIA elaborara un informe el año 1984 diciendo que "Felipe González ha acordado la creación de un grupo de mercenarios controlados por el ejército para combatir a los terroristas al margen de la ley", que "el gobierno parece determinado a adoptar una estrategia poco ortodoxa para combatir a ETA" y que "si se confirmara la supuesta implicación de Madrid con los GAL, las credenciales democráticas del Gobierno y del PSOE quedarían gravemente dañadas?". Por favor, paremos de remover el pasado, que ya no interesa a nadie, y vamos a lo que interesa. ¿Qué, los Pujol? ¿Qué tienen que decir los Pujol de los GAL? ¿Y de las maletas que trajinaba el Rey Emerito I, arriba y abajo, llenas de recuerdos de sus viajes a los muy democráticos países del Golfo? ¿Por qué callan los Pujol, eing?

El Régimen no puede perder el tiempo en detallitos porque tiene que dedicar sus esfuerzos a combatir a este demonio que quiere romper Ep·paña, con P geminada, tal como lo pronuncia Lluquet Fernández Díaz. El Régimen tiene que evitar que, ya no Lucifer, no, sino il Diavolo en persona, nos inyecte una vacuna con un chip incorporado para que cada vez que se active el 5G los pobres españoles de bien acaben cantando Els Segadors.

El Régimen del Pangolín tiene que velar para que los golpistas sediciosos se pudran en la prisión y para intentar que cómplices suyos como Trapero paguen por lo que hicieron, que no sabemos exactamente que fue, pero tanto da.. ¡A PRISIÓN! ¡Por sedición! Y si no puede ser, ¡por malversación! Y si eso tampoco, ¡por haber aparcado una vez en doble fila!

Cobrar comisiones personales cuando representas el Estado u organizar una banda terrorista, presuntamente, son detallitos sin importancia para el Régimen del Pangolín. Sobre todo cuando es Pedro Botero en persona quien nos quiere destruir y la opinión pública calla de manera cómplice y ya le está bien el silencio.