La prohibición de las esteladas en la final de la copa del Rey parte de la misma premisa que los ataques viscerales a Otegi y sus amigos en Catalunya. El Estado trabaja con la idea de que, en el fondo, los políticos catalanes no creen que la independencia sea posible. Las manifestaciones de autoritarismo y los ataques de memoria selectiva buscan un doble efecto. Por una parte, intentan crear un clima que elimine el debate de tú a tú con el PSOE y Ciudadanos. Por la otra, intentan transferir a Podemos la energía mobilizada por el independentismo, aprovechando que el Parlament no hace caso del catedrático de la Universidad de Copenhague Antoni Abad y celebra un referéndum de autodeterminación. 

La dialéctica entre orden y extremismo que el PP intenta explotar tiene el objetivo de batasunitzar el independentismo y de utilizar Podemos para legitimar una democracia de cualidades disminuidas. El PP cada vez está más en la línea del gobierno chino o ruso. En el fondo cree que la alternancia no suele llevar un beneficio y trata de garantizarse el poder con un adversario hecho a medida. La hoja de ruta ya hace tiempo que está escrita. El problema es que la dialéctica entre Podemos y Rajoy no se producirá en un entorno tan controlado como las durísimas campañas que se hacían el PP y el PSOE en los buenos tiempos del bipartidismo. España ha cambiado y el mundo es más imprevisible y caótico. 

Para poder aspirar a superar al PSOE, Podemos ha tenido que salvar la autodeterminación de su lista de renuncias calculadas. Todo hace prever que el Congreso no habrá tenido nunca tantos diputados partidarios del derecho a la autodeterminación como en la próxima legislatura. Podemos sacará votos al independentismo pero también radicalizará su electorado y contribuirá a legitimar el concepto político que lo ha hecho crecer, eso es la idea de que Catalunya se puede separar de España gracias a unas urnas. Después de una legislatura bastante buena, el PP vuelve a pasarse de frenada como en la segunda época de Aznar. Si la prepotencia de Aznar despertó el independentismo, Rajoy está dando aire a la España que perdió la guerra civil a base de criminalizarla para asegurarse el poder.