Los dos últimos secretarios de Organización del PSOE han pasado por prisión preventiva: prácticamente se han cruzado, pues tan solo una semana ha transcurrido desde que Santos Cerdán saliera para dejar paso a Ábalos. Mientras tanto, 2,7 millones de niños viven en riesgo de pobreza en España y el 40% de las enfermeras de nuestra sanidad pública se plantea abandonar la profesión.
"A nuestros familiares no los mató el clima, los mató la mala gestión". Estas palabras de Rosa Álvarez, presidenta de la Asociación de Víctimas Mortales de la DANA, resuenan como un epitafio para una clase política que ha convertido España en un país donde los ciudadanos somos espectadores de los problemas de quienes deberían resolver los nuestros.
El 27 de noviembre de 2025, José Luis Ábalos, exministro de Transportes y exsecretario de Organización del PSOE, ingresó en prisión preventiva en Soto del Real. El juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente considera que existe un riesgo "extremo" de fuga ante el juicio que tiene pendiente, donde la Fiscalía Anticorrupción solicita 24 años de prisión por los delitos de organización criminal, cohecho, tráfico de influencias y malversación. Con su encarcelamiento, Ábalos se convierte en el primer diputado en ejercicio enviado a prisión en la historia democrática moderna de España.
Apenas ocho días antes, Santos Cerdán, su sucesor en el cargo de secretario de Organización, había quedado en libertad tras casi cinco meses en prisión preventiva por su presunta implicación en la misma trama de corrupción. Así, los dos últimos hombres que Pedro Sánchez situó al frente del aparato organizativo del PSOE han pasado por la cárcel por presuntos delitos de corrupción. Un hito sin precedentes que debería sonrojar a cualquier demócrata.
Del "pucherazo" de 2014 al banquillo de los acusados
Resulta revelador que los audios de Koldo García, el asesor de Ábalos que también está en prisión, hayan desvelado que ya en las primarias de 2014 (aquellas que convirtieron a Pedro Sánchez en el primer secretario general del PSOE elegido directamente por la militancia) Santos Cerdán habría intentado introducir dos papeletas de más en una urna. Aquel 13 de julio de 2014, Sánchez se impuso con el 48,67% de los votos a Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias. "Quiero un PSOE implacable contra la corrupción", proclamó aquella noche. Once años después, sus palabras suenan a sarcasmo cruel.
La historia de estas primarias, que Sánchez describe en su libro autobiográfico como "el triunfo de la democracia dentro del PSOE", está siendo revisada bajo una luz muy diferente. Alfredo Pérez Rubalcaba, según reveló Miquel Iceta, no consideraba a Sánchez un socialdemócrata, sino "un radical de izquierdas". La diferencia entre percepción y realidad ha quedado dramáticamente expuesta por los hechos. Ni socialdemócrata, ni de izquierdas, ni radical.
La pandemia: cuando gobernaron para otros intereses
Si hay un momento que cristaliza la desconexión entre gobernantes y gobernados, ese es la gestión de la pandemia. España registró 89.200 muertes en exceso entre enero de 2020 y junio de 2021, según la Organización Mundial de la Salud, un 10% más que las muertes oficialmente atribuidas a la COVID-19. Durante los tres años de pandemia, el Sistema de Monitorización de la Mortalidad (MoMo) contabilizó 137.305 fallecimientos inesperados, una media de 125 muertes adicionales cada día. Madrid fue la comunidad más golpeada, con aproximadamente 22.000 muertes en exceso, un 42% más que las cifras oficiales reconocidas.
El Tribunal General de la Unión Europea ha dictaminado que hubo "falta de transparencia" en los contratos de compra de vacunas de la Comisión Europea, señalando especialmente la escasa información sobre las indemnizaciones a farmacéuticas y las declaraciones de conflictos de intereses de los negociadores. Los ciudadanos fuimos confinados, nuestros negocios cerrados, nuestra economía devastada, mientras se firmaban contratos opacos por más de 2.700 millones de euros con empresas que además quedaban protegidas frente a eventuales daños.
Mientras tanto, Suecia tomó otro camino. Mantuvo abiertas escuelas, cafés, gimnasios y tiendas. El resultado final, según los informes más recientes: la tasa de exceso de mortalidad más baja del mundo, un crecimiento económico del 0,4% durante la pandemia (mientras la UE se contraía un 2,1%) y mejores indicadores en educación y salud mental. Su tasa de muertes por millón (2.322) quedó muy por debajo de Italia (3.230) o Estados Unidos (3.332). No era imposible hacerlo de otro modo. Se eligió no hacerlo.
Ucrania: generosidad con dinero ajeno
Mientras los españoles luchan por llegar a fin de mes, el Gobierno acaba de anunciar la movilización de 817 millones de euros en ayuda a Ucrania: 615 millones en material militar y 202 millones para reconstrucción. O sea, destinar nuestro dinero a destrozarlo todo para luego reconstruirlo. Es evidente que a España, como al resto, les importa un beneficio muy diferente a lo que la ciudadanía priorizamos (la paz, la tranquilidad, la seguridad de las personas inocentes ucranianas). Desde el inicio de la guerra en febrero de 2022, según el Kiel Institute for the World Economy, España ha destinado 1.470 millones de euros (el 0,12% del PIB) a este conflicto. El total de ayuda internacional a Ucrania alcanza ya los 320.810 millones de euros.
No se cuestiona aquí la solidaridad con un pueblo agredido. Se cuestiona que el mismo Gobierno que encuentra 817 millones para armamento no encuentre soluciones para los 2,7 millones de niños españoles que viven en riesgo de pobreza.
El campo abandonado, los autónomos asfixiados, la sanidad desangrada
Las tractoradas de 2024 no fueron un capricho. Los agricultores y ganaderos españoles denuncian una competencia desleal de importaciones de terceros países que no cumplen las normativas europeas, una burocracia asfixiante y unos precios que no cubren los costes de producción. El Gobierno respondió con reuniones y promesas. Los problemas persisten.
Necesitamos gobernantes que gobiernen, que antepongan nuestros problemas a los suyos, que recuerden que el poder es un servicio, no un privilegio
Los más de tres millones de autónomos en España se enfrentan a propuestas de subidas de cuotas que han generado un rechazo unánime, desde asociaciones del sector hasta todas las fuerzas políticas del arco parlamentario. El 80% de los autónomos se siente asfixiado por la carga fiscal. La respuesta gubernamental ha sido rectificaciones parciales que no abordan el problema de fondo: un sistema que considera al trabajador por cuenta propia como una fuente de recaudación antes que como un motor económico.
El sistema sanitario sufre un déficit de 100.000 enfermeras para alcanzar la ratio europea de 8,5 profesionales por cada 1.000 habitantes. Al ritmo actual de incorporaciones, harían falta entre 22 y 29 años para equipararnos con Europa. Más preocupante aún: el 39,4% de las enfermeras se plantea abandonar la profesión en los próximos diez años. Más de la mitad considera que no hay suficiente personal para garantizar la calidad de los cuidados. Los pacientes pagan las consecuencias.
Vivienda: el sueño imposible
Alquilar una vivienda de 80 metros cuadrados cuesta ya 1.150 euros mensuales de media, con un precio que ha alcanzado los 14,38 €/m². Todas las comunidades autónomas han superado sus máximos históricos, incluso los niveles de la burbuja de 2008. Para pagar el alquiler, una familia media necesita destinar el 36% de sus ingresos. En Madrid y Barcelona, los precios superan los 15 €/m² en zonas céntricas.
El 25,41% de los jóvenes menores de 25 años está en paro. Son 504.100 personas que no encuentran su lugar en un mercado laboral que les pide experiencia que no pueden adquirir y les ofrece contratos que no permiten independizarse. La emancipación se ha convertido en un lujo.
La infancia olvidada, la salud mental ignorada
Un tercio de los niños españoles vive en riesgo de pobreza. El 34,6% de los menores de 18 años (unos 2,7 millones) se encuentra en situación de riesgo de pobreza o exclusión social. España ostenta la segunda tasa de pobreza infantil más alta de la Unión Europea, solo por detrás de Bulgaria. Y la situación prácticamente no ha mejorado en una década: en 2015 era del 34,4%. La brecha entre la infancia y los adultos supera los diez puntos porcentuales, una de las más elevadas de Europa.
El 26% de los adolescentes presenta síntomas de depresión moderada. El suicidio entre jóvenes de 15 a 19 años aumentó un 41% entre 2021 y 2022. Cuatro de cada diez adolescentes manifiestan haber tenido o creer haber tenido un problema de salud mental, y más de uno de cada tres no ha hablado con nadie sobre ello. La lista de espera para atención psicológica en la sanidad pública puede superar los seis meses. El coste de un psicólogo privado, entre 50 y 100 euros por sesión, resulta prohibitivo para muchas familias.
La izquierda fragmentada, la credibilidad pulverizada
A la debacle del PSOE se suma la fragmentación de lo que un día fue el espacio de la izquierda alternativa. Podemos abandonó Sumar, Izquierda Unida tensiona la coalición de Yolanda Díaz por cuestiones como el gasto en defensa. "La crisis de gobierno más importante de esta legislatura", la calificó Antonio Maíllo. Un año después del divorcio Sumar-Podemos, las relaciones son "mucho peores que cuando se rompió". Mientras tanto, nadie parece ocuparse de los problemas de los votantes que un día confiaron en estas formaciones. Su máxima representante, Yolanda Díaz, se ha transformado de tal manera, como Irene Montero, que resulta evidente la estafa a sus círculos de manitas al aire.
La confianza ciudadana ha tocado fondo. Los partidos políticos obtienen una puntuación de 2,5 sobre 10, los gobiernos autonómicos apenas alcanzan el 4,0, y el Gobierno de España se queda en un 3,5. Ninguna institución política aprueba. La confianza en las noticias ha caído al 31%, el nivel más bajo de la última década, veinte puntos por debajo de 2017. El 40% de los españoles desconfía de las noticias en general.
La DANA: cuando la negligencia mata
El 29 de octubre de 2024, una DANA devastó varias comarcas valencianas dejando 229 víctimas mortales. "Los mató la falta de respeto por la ciencia, la falta de previsión, y una alerta que cuando llegó ya habían muerto 229 personas", declaró Rosa Álvarez ante la comisión del Congreso. Más de un centenar de los fallecidos tenía 70 años o más. 53 personas con discapacidad murieron, muchas de ellas dependientes de servicios que fallaron.
Un año después, las víctimas siguen saliendo a la calle cada mes exigiendo responsabilidades. La dimisión de Carlos Mazón no ha cerrado las heridas. "Si sigue echando balones fuera y responsabilizando a otras administraciones, su disculpa se queda en papel mojado", advierte la presidenta de la Asociación de Víctimas Mortales.
El país que nos merecemos
España tiene hoy una tasa de pobreza infantil superior a la media europea, un sistema sanitario desangrado, una vivienda inaccesible, un campo abandonado, unos autónomos asfixiados, una juventud sin esperanza y una salud mental en crisis. Y mientras tanto, nuestros dirigentes se debaten entre escándalos de corrupción, luchas internas y decisiones que parecen tomadas para cualquier interés menos el de los ciudadanos que los votan.
El 93,4% de los españoles reconoce que la corrupción política le genera bastante o mucha preocupación. El 72% manifiesta poca o ninguna confianza en el presidente del Gobierno y el 81% extiende esa desconfianza al líder de la oposición. Un 61,2% contempla el futuro de España a diez años de forma negativa o muy negativa.
Esto no es un problema de izquierdas o derechas. Es un problema de clase política. De una generación de dirigentes que ha convertido la gestión del bien común en un escaparate para sus ambiciones personales, sus tramas de comisionistas y sus guerras internas.
Los españoles no necesitamos más promesas, más comisiones de investigación que no investigan, más declaraciones grandilocuentes en cumbres internacionales mientras aquí los ancianos mueren solos en residencias desatendidas, los jóvenes no pueden emanciparse y los niños crecen en la pobreza.
Necesitamos gobernantes que gobiernen. Que antepongan nuestros problemas a los suyos. Que recuerden que el poder es un servicio, no un privilegio.
Mientras escribo esto, Ábalos y Koldo pasan sus primeras noches en la misma celda de Soto del Real. Santos Cerdán está refugiado en su pueblo de Navarra. Y 2,7 millones de niños españoles se acostarán esta noche sin saber qué es vivir sin el estrés de la escasez.
Este es el país que tenemos. La cuestión es si seguirá siendo el país que nos merezcamos.
