Pues ahora tengo un problema. Y no menor. ¿Sabe la polémica esta sobre si los "Conguitos" son racistas o no? Sí, es la campaña que una persona ha empezado en una plataforma digital de firmas donde pide la desaparición de la marca y del logo de este producto por racista y que ha provocado mucho movimiento en las redes. De momento, con la gran publicidad generada, a media tarde de hoy habían firmado 4 mil personas. Que sí, que son muchas y son opiniones muy respetables, pero estaremos de acuerdo en que no son un clamor, ¿verdad? Vaya, que una gran vehemencia de 25 personas en twitter o 4 mil o 40 mil firmas no quiere decir que la opinión pública esté volcada al condenar a los "Conguitos" a la desaparición inmediata. De hecho los debates más vehementes en las redes cada día tienen menos que ver con la vida real.

Total, que servidor de usted, que por ejemplo tenía muy claro que exponer al negro de Banyoles era aberrante, ahora consideraba que no tenía ningún sentido el debate sobre si estos cacahuetes recubiertos de chocolate y que reciben este nombre y tienen esta estética son un ejemplo de racismo. De hecho consideraba que no había debate. ¿Por qué? Pues porque encuentro excesiva esta oleada de revisionismo que sufrimos y estas grandes ofensas que, tal como se plantean, considero que esconden intolerancia. Todo nos ofende y exigimos que todo se elimine. Y, oiga, en nombre de ideas que pueden ser muy nobles se pueden esconder una minoría de censores que quieren cambiar el hechos y la historia. La historia no sólo no se puede cambiar por razones evidentes, sino que no se debería cambiar porque nos tendría que servir para no cometer los mismos errores. Y gritar mucho no quiere decir tener la razón. Es el efecto tamborilero del Bruc.

Sí, sí, la leyenda del tamborilero del Bruc dice que era un niño que ganó una batalla porque hizo creer a los franceses que era un ejército. Pero era un niño. Un niño con un tambor. Un puto niño con un puto tambor. Y ya está. Pues muchas veces las redes son un niño con un tambor haciendo mucho ruido, pero sigue siendo un puto niño con un puto tambor. Pero en este caso digital.

Y en este paquete revisionista del "yo me he ofendido mucho" van los "Conguitos", pero también la retirada y posterior rehabilitación de la película "Lo que el viento se llevó" del catálogo de la plataforma HBO acusada de idealizar la esclavitud, o la campaña para eliminar según qué estatuas del espacio público, como la de Winston Churchill. Pero ahora es cuando viene mi problema. Resulta que VOX ha aprovechado esta campaña contra los"Conguitos" para hacer una a la contra. Y dos de sus líderes han publicado estas fotos:

¡¡¡Horror, terror y pánico!!! ¡¡¡Resulta que ahora esoy en el bando de VOX!!! Y como vivimos en una sociedad llena de "colectivos" donde los intolerantes son cada vez más intolerantes con los otros intolerantes (y viceversa), tú tienes que estar en uno de los bandos para que de esta manera sólo te linchen y te insulten los unos y no todos (que es agotador), pues resulta que al final tienes que acabar tomando partido. Por descarte, no por convencimiento. Y en este caso, oiga... ¡¡¡FUERA LOS CONGUITOS!!! Qué remedio...

Sabiendo que pronto caerán el brazo de gitano, la catalana, el bull negro, la etiqueta de Anís del Mono, el pan negro, las películas de Tarzán (un blanco viviendo en una selva africana), las del Oeste (donde los indios que eran expulsados de su tierra por los blancos eran los malos), las de Tarantino (por violentas), etc, etc, etc...