La próxima generación del Volkswagen Golf marcará un punto de inflexión en la historia del modelo más icónico de la marca. Concebida como un proyecto completamente nuevo, la novena generación será eléctrica en su totalidad, abandonando cualquier tipo de motorización térmica o híbrida. Este cambio supone no solo una transformación técnica, sino también un reposicionamiento estratégico del Golf dentro del catálogo de Volkswagen, que busca recuperar su liderazgo en el segmento compacto bajo el nuevo paradigma de la movilidad eléctrica.
El nuevo Golf será desarrollado sobre la plataforma SSP, una arquitectura de nueva generación concebida para vehículos eléctricos de gran volumen. Esta plataforma no solo ofrece mayor flexibilidad técnica, sino también compatibilidad con sistemas de propulsión más avanzados, baterías modulares y una arquitectura electrónica que permitirá incorporar funciones de conducción automatizada y conectividad de última generación. El vehículo será fruto de una colaboración tecnológica sin precedentes entre Volkswagen y Rivian, lo que permitirá acelerar el desarrollo del software y los sistemas electrónicos integrados.
El diseño del Golf eléctrico mantendrá los elementos esenciales que han definido su identidad durante más de cuatro décadas: proporciones equilibradas, carrocería compacta de cinco puertas y una imagen sobria pero reconocible. Sin embargo, su lenguaje de diseño será reinterpretado para adaptarse a los nuevos criterios aerodinámicos y de eficiencia energética propios de los vehículos eléctricos. El objetivo es conservar la esencia del Golf sin recurrir a fórmulas nostálgicas, apostando por una modernización real y funcional.
Un nuevo estándar en tecnología y prestaciones
La plataforma SSP permitirá integrar baterías de nueva generación, incluyendo celdas unificadas y configuraciones con arquitectura de alto voltaje, lo que se traducirá en tiempos de carga más reducidos y autonomías significativamente superiores a las actuales. También se espera una reducción sustancial en los costes de producción, lo que facilitará mantener al Golf como una opción asequible dentro del segmento compacto eléctrico, sin renunciar a las prestaciones que históricamente han caracterizado al modelo.
Cabe destacar que la futura gama del Golf mantendrá versiones de alto rendimiento, como las denominaciones GTI y R, pero reinterpretadas en clave eléctrica. Estas variantes no solo conservarán el carácter dinámico que las ha definido, sino que aprovecharán las ventajas del sistema eléctrico para ofrecer una respuesta más inmediata y una gestión optimizada de la potencia. La intención de Volkswagen es que el Golf continúe siendo una referencia también en el plano deportivo, adaptado a las nuevas tecnologías y normativas.
El calendario de lanzamiento sitúa al Golf Mk9 entre 2028 y 2029, aunque algunos ajustes internos podrían retrasarlo hasta comienzos de la siguiente década. En cualquier caso, se trata de un proyecto clave en la transformación de Volkswagen hacia un fabricante centrado en la movilidad eléctrica. La novena generación del Golf no solo simboliza el fin de una era, sino también el comienzo de una nueva etapa en la que tradición e innovación convivirán en equilibrio.