El Renault 5 Turbo 3E ha logrado alcanzar las 1.000 reservas confirmadas en muy poco tiempo, consolidándose como una de las reinterpretaciones más exitosas de un clásico del automóvil en clave eléctrica. Con un precio de partida de 155.000 euros y una tirada limitada a 1.980 unidades, la demanda ha superado las previsiones iniciales, evidenciando el atractivo de este modelo tanto por su exclusividad como por su propuesta técnica y estética.
Las primeras 500 unidades se ofrecieron al precio base, mientras que las siguientes han pasado a tener un precio de 160.000 euros, en función del escalado previsto por la marca. A pesar del elevado coste, la respuesta del público ha sido inmediata: muchos de los interesados han asegurado su unidad con un depósito inicial de 50.000 euros. Esta alta demanda ha llevado a que las entregas previstas ya se extiendan hasta el año 2028, confirmando el interés sostenido por este eléctrico de altas prestaciones con alma retro.
La base técnica del Renault 5 Turbo 3E está desarrollada sobre una plataforma de aluminio, con carrocería de fibra de carbono para contener el peso total en 1.450 kg. Equipa dos motores eléctricos situados en el eje trasero, que desarrollan conjuntamente 540 CV de potencia y un par máximo que asciende a 4.800 Nm. Con estas cifras, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 3,5 segundos y alcanzar una velocidad punta de 270 km/h.
Tecnología de alto nivel con estética radical
La batería tiene una capacidad de 70 kWh y está respaldada por una arquitectura de 800 voltios que permite cargas ultrarrápidas de hasta 350 kW. Esta configuración asegura una autonomía cercana a los 400 km en uso combinado, manteniendo la usabilidad diaria sin sacrificar las prestaciones. La tracción trasera y el reparto de pesos equilibrado refuerzan su carácter dinámico, especialmente orientado al disfrute en conducción deportiva y maniobras de drift.
En lo visual, el Renault 5 Turbo 3E mantiene la esencia del R5 Turbo original pero reinterpretada con agresividad contemporánea. Los pasos de rueda sobredimensionados, el difusor trasero, las tomas de aire funcionales y los faros integrados en un conjunto estilizado le otorgan una identidad única. El resultado es un vehículo que, sin caer en la nostalgia literal, reimagina con acierto el espíritu del hot-hatch de los años 80.
El interior no se queda atrás: incluye jaula antivuelco, asientos baquet, freno de mano hidráulico y un entorno de clara orientación a la conducción deportiva. Cada unidad podrá configurarse de forma personalizada a partir de 2026, lo que añade un componente adicional de exclusividad. Esta posibilidad de personalización se extiende tanto a colores como a acabados y elementos de equipamiento específicos.
En definitiva, el Renault 5 Turbo 3E ha demostrado que existe un mercado sólido para reinterpretaciones eléctricas de vehículos icónicos. La combinación de diseño evocador, tecnología avanzada y una ejecución técnica ambiciosa ha sido suficiente para justificar su precio elevado y asegurar su éxito comercial incluso antes de que llegue a producción.