El MG4 Eléctrico afronta 2026 con una renovación de gran calado que lo acerca a una categoría superior dentro de los compactos eléctricos. MG ha replanteado su diseño, mejorado su mecánica e introducido un interior de aire premium que supone un salto de calidad notable respecto a su predecesor. La carrocería mantiene las proporciones conocidas —4,39 metros de largo y 2,75 metros de distancia entre ejes—, pero estrena un estilo más suave y curvilíneo, con una trasera marcada por una franja LED continua que refuerza su identidad.

El interior es donde el cambio resulta más evidente. El salpicadero adopta un diseño minimalista presidido por dos pantallas, con un panel central de 15,6 pulgadas que concentra casi todas las funciones. El número de botones físicos se reduce al mínimo, aportando un ambiente limpio y moderno, acompañado de materiales de mayor calidad y acabados más cuidados. Lo destacable en este caso es que el habitáculo transmite una sensación de lujo impropia de un compacto eléctrico de precio contenido, reforzando la ambición de la marca de subir un peldaño en percepción de calidad.

 

La actualización alcanza también el apartado técnico. El nuevo MG4 monta un motor trasero de imanes permanentes con 163 CV, asociado a una batería LFP cuya capacidad aún no ha sido detallada, pero que promete hasta 530 kilómetros de autonomía en ciclo CLTC. Además, la compañía ha dejado abierta la puerta a introducir más adelante una batería de estado semisólido, lo que situaría al modelo en la vanguardia de la tecnología eléctrica.

Tecnología avanzada y enfoque más refinado

La lista de innovaciones tecnológicas es amplia. Incluye un sistema multimedia de nueva generación con gestión por inteligencia artificial, conexión inalámbrica para smartphones, cargador inalámbrico, techo panorámico y una larga relación de asistentes a la conducción. Todo ello refuerza la idea de que el MG4 se aproxima al estándar de vehículos de un segmento superior, sin abandonar la política de precios competitivos que caracteriza a la marca.

 

En términos de confort, el habitáculo gana espacio gracias al aumento de la distancia entre ejes y ofrece asientos rediseñados con funciones de calefacción y ventilación. El diseño del interior, más sobrio y sofisticado, está pensado para que la experiencia de uso vaya más allá de la simple funcionalidad.

El resultado es un MG4 que deja atrás su condición de simple eléctrico asequible para convertirse en una propuesta de corte más aspiracional. Combina autonomía, tecnología y una notable mejora en calidad percibida, consolidándose como un compacto eléctrico con aspiraciones premium, pero sin renunciar a mantenerse como una de las opciones más accesibles de su categoría.