Uno de los principales problemas para la inmensa mayoría de conductores en nuestro país, especialmente para aquellos conductores que hacer un uso intensivo del coche de forma diaria, es el precio de los combustibles, tanto de la gasolina como del diésel.

Y es que cabe destacar que, de forma paulatina pero constante, el precio de estos combustibles ha ido aumentando de forma evidente en los últimos años. Un buen ejemplo de ello es que, hace apenas 20 años, tanto el precio de la gasolina como del diésel se quedaba por debajo del euro, con 0,6 € en el caso del diésel y 0,8 € por litro en el caso de la gasolina, precioso hoy en día impensables.

Es más, por mucho que los precios de estos combustibles hayan bajado respecto a los que teníamos hace una semanas, actualmente representar el doble, es decir, una media de 1,6 € por litro en los dos casos. Si bien es cierto que fue hace ya más de un año cuando se logró el pico histórico del precio de los combustibles superando en los dos casos los dos euros, algo que evidentemente provocó que el gobierno entrar en acción con una bonificación de 0,20 € por litro, siguen siendo hoy en día precios muy elevados que no ayudar, teniendo en cuenta además la infección general en España, a la economía de los españoles.

Los combustibles seguirán bajando de precio

En este sentido, a diferencia de lo que se pensaba hace apenas unos meses, todo parece indicar que es muy probable que los precios de los combustibles sigan la tendencia actual, es decir, sigan a la baja. Si bien los precios se dispararon durante los meses de verano e incluso en septiembre, a finales de septiembre empezaron ya la tendencia a la baja, una tendencia que ha seguido desde hace ya una semanas y que evidentemente implica un alivio para muchos bolsillos en nuestro país.

Cabe tener en cuenta además que, a diferencia de lo que se pensaba, el conflicto entre Israel y Hamás no está afectando tanto como se esperaba. Si a ellos se le suma el hecho de que es muy probable que la investidura actual en España acabe en éxito y el gobierno pueda seguir fijando la política de impuesto sobre los combustibles que ha seguido hasta ahora, no sería de extrañar que los precios seguirán bajando y rondarán los 1,5 € por litro en el caso de la gasolina y 1,3 € por litro en el caso del diésel.

De momento no se puede asegurar evidentemente nada, y más teniendo en cuenta que se trata de una industria muy volátil y muy cambiante en cuanto a sus precios, por lo que no sería de extrañar que cualquier pequeña modificación o cualquier giro en la geopolítica mundial acabara afectando de nuevo a los precios de los combustibles.