Las marcas premium como BMW, Mercedes y Audi siempre se han caracterizado por lanzar el mercado en modelos que suelen contar con lo último en tecnología del mercado. Si bien es cierto que la gran mayoría de los clientes que acuden a los concesionarios de este tipo de marcas lo hacen en busca de modelos con un diseño elegante y deportivo, unas camas mecánicas muy potentes y los mejores acabados en cuanto a calidad y materiales, también la tecnología juega un papel muy importante en esta categoría de coches.

 

En este sentido, no es que sea precisamente tengo un secreto que algunos de los sistemas incluso de seguridad que llegan de serie en muchos modelos generalistas o low-cost fueron en su día grandes innovaciones de las marcas premium que, con el paso de los años, se han ido popularizando hasta convertirse en elementos de seguridad fijos en casi todos los configuradores en Europa.

Y es que, teniendo en cuenta que la tecnología no deja de avanzar y de crecer en esta industria, son muchas las marcas que están trabajando en diferentes maneras de mejorar la seguridad tanto en el exterior como en el interior de los coches, es decir, tanto para los pasajeros como para los otros conductores operadores.

El retrovisor inteligente de BMW

Y uno de los sistemas que acabo de patentar BMW es uno de esos que, quizás, dentro de unos años, acabarán llevando de serie la gran mayoría de modelos a la venta en Europa. Entre otras cosas porque puede suponer una importante ayuda en materia de seguridad para el conductor.

De un sistema en el que actúan a la vez varias cámaras y que permita que el conductor siempre vea lo que se considera más necesario en cada momento a través del retrovisor. Una cámara se encuentra el interior del vehículo mostrando al sistema una imagen muy similar a la que mostraría un espejo convencional dirigido hacia los asientos traseros.

 

En cuanto a la cámara que se monta en el exterior, concretamente en la parte trasera, esta muestra todo lo que hay y sucede tras el vehículo, y es el software de este sistema el que combina todo ello y determina qué debe mostrar al conductor. Así, éste recibirá en el retrovisor inteligente una imagen procesada que destaque lo más importante en cada momento.

Dependiendo de lo que esté ocurriendo en cada momento, el sistema dará prioridad a la cámara interior o a la cámara exterior, entre otras cosas para que el conductor pueda ver lo que realmente importa en cada situación. Un sistema que, evidentemente, si se acaba implantando, no era otra cosa que aumentar aún más la seguridad al volante.