La purga y la lucha contra la corrupción continúa en Ucrania. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha dicho que se estaban llevando a cabo cambios de personal en niveles superiores e inferiores después de que hayan visto la luz acusaciones de sobornos. Unas acusaciones y presuntos hechos que no se veían desde el inicio de la guerra el pasado 24 de febrero. Estas declaraciones amenazan ahora la imagen del país, que había conseguido apoyos occidentales. El gobierno de Kyiv no quiere hacer caer este entusiasmo de los diferentes países que lo están apoyando durante la invasión. Ucrania no quiere correr riesgos. Y ya son diversos los funcionarios que han sido despedidos o que han dimitido en los últimos cuatro días. La imagen que intenta dar Zelenski es la de tolerancia cero contra estas prácticas.

De momento, ya son quince los altos funcionarios que han dejado su lugar de trabajo desde el sábado. Y seis de estos han sido acusados de corrupción por periodistas y las autoridades de anticorrupción de Ucrania. La ola de cambios empezó el sábado pasado, cuando el viceministro de infraestructura de Ucrania, Vasil Lozinskyi, fue detenido por investigadores anticorrupción y despedido de su cargo. Los fiscales lo acusaron de hinchar el precio de los equipos para afrontar el invierno, incluyendo generadores y desviar 400.000 dólares. Los investigadores también encontraron 38.000 dólares en su oficina.

¿Ha habido corrupción desde que ha empezado la guerra?

Después de esta detención, Zelenski prometió a su discurso que adoptaría un enfoque de tolerancia cero con la corrupción, un problema que ha afectado a Ucrania desde su independencia. En este mensaje del domingo, el presidente también expuso que se tomarían medidas y "decisiones" sobre este tema, aunque no se ha especificado cuáles serían. La Unión Europea ha dicho que Ucrania tiene que cumplir unos estándares anticorrupción para poder convertirse en miembro. Desde este mensaje, cuatro altos funcionarios han sido despedidos o han dimitido.

La corrupción ha sido un tema espinoso para los periodistas y activistas ucranianos desde que empezó la guerra. Les preocupa presentar evidencia de esta problemática y que eso comporte pérdidas de apoyo o que de alguna manera pueda perjudicar el apoyo y la ayuda internacional que está recibiendo el país para hacer frente a la guerra.

Polémica por los tanques Leopard

Este nuevo episodio de corrupción ha coincidido también con las presiones de las últimas horas en torno a la enviada de tanques Leopard en Ucrania. En este sentido, las presiones han hecho ceder al gobierno alemán. Finalmente, el ejecutivo liderado por Olaf Scholz ha cedido y, según informa el diario a Der Spiegel, autorizará el envío de los Leopard 2 hacia Ucrania. Desde hacía un par de días, Polonia, que entre su arsenal también cuenta con estos tanques de fabricación alemana, había solicitado a Scholz autorización para hacer un envío de estos vehículos pesados en el frente de guerra, sin obtener ninguna respuesta clara por parte del ejecutivo de su país vecino. Polonia había formalizado este martes la petición oficial para poder reexportar, un requisito indispensable según la ley alemana. Es la regla para toda nueva venta de armamento alemán en otro país por parte del primer país comprador; la reexportación tiene que ser aprobada por el gobierno alemán.

Los tanques Leopard 2 son considerados como un elemento clave para el ejército ucraniano por sus características de movilidad, blindaje y potencia de fuego, además `por la ventaja logística para el transporte, porque hay en varios ejércitos europeos. Las fuerzas armadas ucranianas hace tiempo que solicitan el envío de estos tanques para poder lanzar contraofensivas en los territorios ocupados por Rusia y tratar de recuperarlos.

 

Imagen principal: el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski / Efe