Muchos han corrido a desmentir las teorías de dos profesores de la University College de Londres pero la acreditación académica que tienen estos hace que su teoría vuelva a ponerse de relieve. Hablamos del volcán de La Palma y las consecuencias catastróficas mundiales que puede tener este, según lo que defienden dos expertos desde hace años.

Con la nueva erupción, ha vuelto a aparecer el fantasma de su estudio y las explicaciones que desde 2001 defienden. Incluso la televisión pública española, desde su canal La 2, compró la teoría y emitió un reportaje con todo lujo de detalles que ahora encontramos publicado en YouTube.

"Un tsunami gigante"

Los investigadores Steven Ward y Simon Day llevan décadas analizando el terreno canario y mantienen una hipótesis: Cumbre Vieja puede producir un tsunami gigante si el volcán se desprende y acaba hundiéndose en el mar provocando una ola enorme. La roca que caería al mar sería de largo y ancho de 24 kilómetros. La velocidad a la que llegarían estas olas haría que avanzara unos 100 metros por segundo, cogiendo un ritmo similar al de un tren exprés". Además, para prever la catástrofe, aseguran que durante las semanas anteriores, "habría una violenta actividad del volcán con grandes humaredas que expulsarían columnas de ceniza sin descanso, la lava arrasaría bosques y los movimientos sísmicos se cargarían pueblos". En total "500 kilómetros cúbicos de isla empezarían a hundirse y originarían una ola de 900 metros que acabaría, horas después, cargándose una parte de Europa y África".

Aunque el impacto sería a escala mundial, afectaría especialmente desde la costa del Canadá, el Caribe, Brasil y los Estados Unidos, "donde Nueva York quedaría totalmente hundida provocando una crisis económica que haría replantear un nuevo orden social". Hasta llegar a la costa este americana, habría una espera de nueve horas y llegaría en forma de ciclos de veinte olas de 150 metros cada una. Para Day: "Los volcanes, cuando se mueven, tienen la capacidad de cambiar el mundo".

Los contrarios a la teoría defienden que estos investigadores universitarios crean un alarmismo innecesario. Realmente, no se espera que ocurra un megatsunami, ni en el océano Atlántico ni en ningún otro. Para que ocurriera tendría que producirse un gran desprendimiento del suelo de forma prácticamente instantánea. Si no fuera rápida o se hundiera por etapas, como es habitual, los efectos serían locales. De hecho, en el lecho marino de La Palma hay depósitos de ocho desprendimientos de vertiente volcánica. El mayor tiene un volumen de 350 kilómetros cúbicos y se ha observado que se depositaron intermitentemente.

A pesar de todo, las teorías se mantienen y ambos continúan ligados al mundo académico. De hecho, incluso Ward tiene un canal propio en YouTube donde explica diferentes movimientos sísmicos y sus teorías. A raíz de las dudas que ha generado recuperar este estudio, el presidente del Instituto Español para la Reducción de Desastres, José Antonio Aparicio, niega la mayor: "Esta es una predicción apocalíptica construida a propósito para la BBC y donde aseguran que el colapso de 500 km³ del suelo de las vertientes del volcán propagaría un megatsunami que podría arrasar las costas americanas con olas de 50 metros de altura en Florida y el Caribe, y de 40 en el norte del Brasil".

Y añade: "Lejos de esta hipótesis tremendista, el experto Charles L. Mader, basándose en los cálculos del ingeniero suizo Hermann M. Fritz sobre el método SWAN, limita los efectos de estos desprendimientos en el peor de los supuestos imaginables a olas de tres metros en el Caribe y a un máximo de diez metros en las costas de África y Europa".