Especialistas ucranianos del SUS, que sería el equivalente del Tedax, han desactivado hoy una bomba rusa que no ha estallado. La desactivación ha consistido en la retirada del detonador, y ha sido necesario regar la operación con agua en todo momento. Según el ejército ucraniano, se trata de una bomba de aire. Desde el inicio de la guerra existe polémica sobre si Rusia está utilizando bombas de dispersión o termobáricas, a causa de su alta capacidad destructiva. Las bombas termobáricas, también conocidas como bombas de combustible o bombas de vacío, son armas que están compuestas por dos cargas explosivas diferentes. La primera pulveriza una nube de combustible que se mezcla con el oxígeno de la atmósfera, mientras que la segunda es la encargada de detonar este combustible, que propaga la onda explosiva por toda la nube. De esta manera se produce el efecto de vacío cuando la combustión consume el oxígeno, hecho que causa una explosión de alta temperatura que succiona el aire. La onda expansiva tiene una duración significativamente mayor que la de un explosivo convencional.

El poder de destrucción de las bombas termobáricas es altísimo y por eso están prohibidas por la convención de Ginebra. La explosión provoca una gran onda expansiva de alta presión y una temperatura -entre 2.500 ºC y 3.000 ºC- que volatiliza a las personas que se encuentran más cerca, y hace que los que estén más lejos, aunque estén protegidos bajo tierra, puedan morir asfixiados a causa de la falta de oxígeno. Mientras tanto, el primer ministro británico, Boris Johnson, ha advertido este jueves que Rusia podría desplegar armas químicas en Ucrania, y se ha hecho eco del temor de algunos servicios occidentales porque Moscú difunde mensajes sin pruebas diciendo EE.UU. o Ucrania tienen estas armas sobre el terreno en conflicto.

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Mientras, el gobierno de Rusia ha anunciado este jueves que dejará de participar en el Consejo de Europa y ha denunciado que los países de la Unión Europea y la OTAN que son hostiles en Moscú "continúan su camino hacia la destrucción de esta institución y del espacio humanitario y legal común europeo", según ha denunciado el ministerio de Exteriores ruso en un comunicado. En la nota, de la que informa la agencia oficial rusa Tass, Rusia asegura que en el Consejo de Europa los países de la UE y la OTAN abusan de su mayoría para imponer sus puntos de vista. El ministerio ha apuntado que Moscú no participará en los esfuerzos por "transformar" el Consejo de Europa "en otra plataforma para enaltecer la superioridad y el narcisismo occidental". "Rusia no participará en la transformación de la organización europea más antigua" por parte de los miembros de la OTAN que siguen obedientemente el bloque de la UE. "Dejemos que disfruten de comunicarse entre ellos, sin Rusia", ha manifestado a través del comunicado, en medio del repunte de las tensiones por la ofensiva militar lanzada el 24 de febrero por el Ejército ruso contra Ucrania.