Por primera vez, Ucrania celebra Navidad en diciembre. La intención no es otra que marcar la separación de la Iglesia ortodoxa rusa, mientras intenta frenar la ofensiva enemiga en el este y en el sur del país. "Hoy todos los ucranianos estamos juntos. Todos celebramos Navidad juntos. En la misma fecha, como una gran familia, como una nación, como un país unido", ha señalado al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en un mensaje en la nación. Es la primera vez que los ucranianos irán a la Misa del Gallo un 24 de diciembre después de la aprobación este año de una ley para trasladar las celebraciones navideñas de enero a diciembre en un intento de romper todos los lazos con Rusia, donde el nacimiento de Cristo se celebra dos semanas después. Al final la oscuridad pierde. El mal pierde. Hoy, este es nuestro objetivo común, un sueño común. Y en eso (dedicamos) nuestra oración común de hoy", ha destacado en este mismo mensaje Zelenski.
La guerra no se detiene ni por Navidad
Las administraciones militares de un total de once regiones ucranianas han informado previamente de ataques rusos con drones, aviación, misiles y artillería durante las últimas 24 horas. Los últimos datos constatan que habrían muerto al menos tres personas en Jersón. La noche, tampoco ha sido tranquila. La artillería rusa ha golpeado la capital provincial de este nombre desde el margen oriental del río Dniéper. También en otras regiones como Chernígov, Dnipró o Mikoláiv y Zaporiyia se han registrado impactos de misiles de diferentes tipos, fuego de artillería y drones kamikaze. En el frente del Donbás, en Donetsk la artillería rusa causó seis civiles heridos, mientras que en Lugansk las fuerzas rusas utilizaron la aviación y lanzaron drones, según la administración militar de esta región.
Ofensiva en varios sectores del frente
El estado mayor del ejército ucraniano ha informado en su boletín diario de que la ofensiva rusa continúa en varios sectores del frente. Al mismo tiempo, según Kyiv, sus fuerzas oponen una firme resistencia, "manteniendo las posiciones ocupadas y provocando pérdidas importantes" al enemigo. En particular, la nota castrense hace referencia a la situación en la orilla izquierda del río Dniéper, en Jersón, donde las fuerzas ucranianas consiguieron establecer una posición. "El enemigo no renuncia a los planes de expulsar nuestras unidades del margen izquierdo del Dniéper y durante un día efectuó 23 asaltos infructuosos", señala el parte de guerra.
Los rumores sobre el alto el fuego no se detienen
Mientras tanto, el norteamericano Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) ha puesto en duda el artículo de The New York Times en que se sugiere que Rusia estaría buscando un alto el fuego en Ucrania. Según el centro analítico, si esta información es cierta, se podría tratar de unos intentos de "redirigir el enfoque occidental hacia unas negociaciones hipotéticas en lugar de garantizar que Ucrania tenga lo suficiente material" para continuar las acciones militares.
El artículo del diario destacaba que el presidente ruso, Vladímir Putin, habría estado utilizando la diplomacia secundaria para admitir que el Kremlin estaría feliz de congelar la primera línea de guerra. Un funcionario internacional que se reunió con homólogos rusos este otoño dijo que ellos mismos decían que "estamos listos para establecer negociaciones sobre un alto el fuego". "Quieren quedarse donde están en el campo de batalla". Otro exfuncionario ruso dijo a un diario que Putin "realmente está dispuesto a detenerse en las posiciones actuales". También ha resaltado, pero que "no está dispuesto a retroceder ni un metro". El mismo diario destacaba que Putin ya envió un mensaje similar en septiembre del 2022, cuando la contraofensiva ucraniana de entonces consiguió recuperar una gran parte del territorio que Rusia había tomado de manera inicial. Otros, sin embargo, piden cautela y aseguran que este movimiento podría formar parte de una estrategia de desinformación con la voluntad de confundir Ucrania y el mundo, y que, en realidad, Putin podría no tener ninguna intención de querer un alto el fuego.
