Donald Trump da un paso más en el conflicto entre la Administración y las universidades y a partir de ahora prohibirá a la Universidad Harvard matricular estudiantes extranjeros. La decisión ha sido comunicada en una carta enviada a la universidad y firmada por la secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem. El escrito señala "con efecto inmediato, el programa de la Universidad Harvard d'Estudiants y Visitantes Estrangers ha sido revocado". Esta decisión se produce en un momento de grave escalada entre Harvard y el gobierno de Trump por las acusaciones de este último de tolerar el antisemitismo en el campus, no dar cabida a discursos "alternativos" y obstinarse en aplicar programas de inclusividad sexual y racial, entre otros.

La administración ha notificado su decisión a Harvard después de una disputa en los últimos días sobre la legalidad de una extensa solicitud de registros como parte de la investigación del Departamento de Seguridad Nacional, según ha informado The New York Times. El medio norteamericano también ha señalado que probablemente Harvard saque adelante una impugnación legal para parar esta prohibición. La universidad ya demandó a la administración el mes pasado por el intento del gobierno de imponer cambios en su plan de estudios, políticas de admisión y prácticas de contratación.

Guerra Trump-Harvard: cortes de subvenciones y demandas

Ya hace dos semanas, el gobierno de Trump cortó todas las subvenciones en el centro, entre acusaciones de "haberse burlado del sistema de educación superior" e incumplir con sus "obligaciones legales" y sus "deberes éticos". En la misiva, dirigida al presidente de Harvard, Alan Garber, el gobierno trumpista aseveraba que la universidad "ha incumplido con sus obligaciones legales, sus deberes éticos y fiduciarios, sus responsabilidades de transparencia y cualquier indicio de rigor académico". Por eso, Harvard "dejará de ser una institución financiada con fondos públicos", indicaba. Voces de la Administración de Trump han dicho en repetidas ocasiones que la institución académica "se ha contaminado de ideología zurda" y de "antisemitismo".

Antes, la universidad había desafiado a Trump con una demanda a la Administración trumpista con el fin de recuperar los fondos congelados. Según la entidad, "el intento del gobierno de coaccionar y controlar Harvard" hace caso omiso de los principios fundamentales de la Primera Enmienda, "que salvaguardan la libertad académica", y además incumplen las leyes y los reglamentos federales.

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