El Día de la Victoria, 9 de mayo, se acerca. Y los temores sobre una posible Tercera Guerra Mundial no se han disipado. Si bien es cierto que hace unos meses el presidente ruso, Vladímir Putin, se mostró contundente, asegurando que sabía con certeza que soldados de la OTAN estaban presentes en Ucrania. "Todos comprenden que eso nos colocará a un paso de la Tercera Guerra Mundial a gran escala. No creo que a nadie le interese", detalló. Sea o no sea una excusa por escalar el conflicto, estas declaraciones fueron la respuesta del presidente francés, Emmanuel Macron, que insistía en que "nada tendría que excluirse para evitar la victoria rusa".

"Creo que una cosa que podríamos denominar Tercera Guerra Mundial es posible, pero no es muy probable. Una verdadera guerra mundial tendría que implicar múltiples continentes y esfuerzos de movilización masiva: es difícil imaginar la guerra de Rusia contra Ucrania como una que finalmente arrasaría África o la América del Sur al conflicto", explica en conversación con ElNacional.cat Stephen Norris, director del Centro Havighurst de Estudios Rusos y Postsoviéticos de la Universidad de Miami.

putin presidente russia efe (2)
Efe

A pesar de todo, asegura que cree "que estamos asistiendo a una extensión especialmente aguda y especialmente peligrosa de las guerras proxy o híbridas entregadas durante la Guerra Fría". "Tendemos a pensar en la Guerra Fría, pero no lo fue. Las dos superpotencias, y tres una vez se produjo la división sino-soviética, se involucraron en múltiples conflictos por todo el mundo, algunos superpuestos con otros. Veo la actual guerra ruso-ucraniana en este sentido, una que también tiene una cierta semejanza con las guerras del siglo XX entregadas por antiguas colonias contra los imperios que las habían conquistado", matiza.

Así, constata que "considerar la agresión rusa como imperial más que global pone de manifiesto la posibilidad real que el Kremlin pueda atacar las repúblicas bálticas o Polonia, sobre todo después de que Putin haya sugerido falsamente que esta última tiene la responsabilidad principal de iniciar la Segunda Guerra Mundial. Una característica de la actual agresión rusa es que Putin lo explica utilizando referencias de la Segunda Guerra Mundial mientras la hace más como una guerra imperial".

El roce entre Rusia y Polonia

El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, dijo hace unos días que Moscú no tenía planes "geopolíticos y militares" de atacar países de la OTAN. "La Federación Rusa nunca ha amenazado a la OTAN. No tenemos intereses geopolíticos ni militares por atacar los estados del bloque. Simplemente, estamos protegiendo a nuestra gente en nuestros territorios históricos", insistía Shoigú en alusión a la guerra en Ucrania. En este contexto, detalló que precisamente las tropas de la Alianza, desplegadas al lado de las fronteras rusas, son las que han creado "amenazas adicionales" a Moscú.

"Las fuerzas de la alianza están casi enganchadas en nuestras fronteras y crean amenazas adicionales a la seguridad militar", afirmó el ministro ruso, citado por la agencia TASS. Según Shoigú, eso implica que "no se puede fiar de los occidentales", que prometieron en el pasado a no acercar la infraestructura de la OTAN a las fronteras rusas.

Las declaraciones coinciden con el hecho que Polonia pusiera sobre la mesa que Rusia no ganaría si entrara en conflicto con la OTAN. En este sentido, el ministro polaco de Exteriores, Radoslaw Sikorski, aseguró que Rusia sufriría una derrota en caso de un posible ataque contra la OTAN y ha hecho un llamamiento al pueblo ruso para impulsar un cambio de gobierno. En una intervención parlamentaria dedicada a exponer los objetivos de la política exterior polaca, Sikorski utilizó gran parte de su discurso para advertir el Kremlin de sus posibles planes contra la Alianza Atlántica, ya que, según ha expuesto, Polonia tiene "tres veces más soldados que Rusia, un PIB 20 veces más grande, seis veces más población (...) y valores democráticos".