Nueve ciudadanos españoles se han refugiado en un hotel en Trípoli. Según ha podido confirmar ElNacional.cat, las nueve personas están bien y ya estarían subiendo a las habitaciones después de momentos de incertidumbre. El hotel donde se encuentran está en el centro de la ciudad. Tal como han informado desde la Cambra de Comerç de Tarragona a este periódico, han visto tiroteos y fuego de mortero. Por lo visto, las facciones no se han acercado al hotel y estarían protegidos por la policía diplomática. La embajada española en el país les habría confirmado que tiene un plan para sacarlos del país, pero por ahora no saben cuándo podrá producirse el viaje de vuelta. Las autoridades les han prohibido, de momento, salir a la calle y abandonar el hotel.

Los enfrentamientos más intensos de los últimos años continúan por segunda noche consecutiva en Trípoli y se han alargado hasta por la mañana de este miércoles, segundos testimonios en la capital libia, después del asesinato lunes de un importante líder de una milicia, hecho que ha desencadenado combates entre facciones rivales.

La Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) se ha declarado “profundamente alarmada por la escalada de violencia en barrios densamente poblados de Trípoli” y ha pedido con urgencia un alto el fuego. Los últimos disturbios en la capital libia podrían consolidar el poder de Abdulhamid al-Dbeibah, primer ministro del gobierno de unidad nacional (GUN) del país, dividido y aliado de Turquía.

¿Qué se sabe de los retenidos?

Según ha podido confirmar ElNacional.cat, hay ocho empresarios y quien encabeza la delegación de la Cambra de Comerç de Tarragona, Roberto Barros, es director Internacional en Cambra de Comerç, Industria y Navegación de Tarragona. Entre los empresarios, se sabe que hay Begoña Costales, directora general de la compañía Bego Costa África y presidenta de la Federación de Mujeres Empresarias de Asturias.

La misión, encabezada por la Cambra de Comerç de Tarragona, llegó a Libia este lunes: “La situación entonces estaba bien, con una calma tensa, como siempre está aquí, pero bien”. Una reunión entre las dos grandes milicias que controlan la capital fue el origen del conflicto: “El jefe de una sufrió una emboscada, lo mataron, al lado de otros colaboradores, trece muertos en total, y todo lo estalló”.

¿Qué ocurre en Libia?

La integración de las milicias en los cuerpos de seguridad oficiales no ha sido suficiente para garantizar la estabilidad en Libia, un país fragmentado desde la caída de Muamar el Gadafi en el 2011. En los últimos días, la capital, Trípoli, ha vuelto a ser escenario de un nuevo estallido de violencia a raíz del asesinado de uno de los líderes militares más influyentes del país.

Los enfrentamientos actuales se centran en el barrio de Abu Salim, antiguo bastión de resistencia pro-Gadafi y feudo de Abdel Ghani en el Kikli, jefe de la milicia Aparato de Apoyo a la Estabilidad (SSA). Esta fuerza, creada por decreto presidencial en 2021, había afianzado un amplio poder a través del control de la economía política en la región.

La persistencia de la rivalidad entre milicias en el oeste del país ha sido un reto constante para el Gobierno de Unidad Nacional (GUN), liderado por Abdelhamid Dbebiba. El pasado febrero, el ejecutivo ordenó la expulsión de los principales grupos armados del centro de Trípoli, una medida que permitió cierta tregua temporal.

Sin embargo, el asesinato de Al Kikli -conocido como Ghaniwa- ha vuelto a sacudir el equilibrio frágil alcanzado hasta ahora. Todo apunta a una inminente reconfiguración de las fuerzas que operan bajo el paraguas del GUN, lo que supone nuevos desafíos para la seguridad y gobernabilidad de la región occidental.

 

La redacción de ElNacional.cat está trabajando para ampliar esta información. Para leer la última hora de la noticia, actualiza la página.