El secretario de Salud de los Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., ha anunciado el despido de los diecisiete miembros del principal comité asesor federal sobre vacunas, el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización, alegando conflictos de interés internos entre los mismos miembros. Esta decisión, comunicada mediante un artículo de opinión al Wall Street Journal y una nota oficial del Departamento de Salud, afecta a todos los expertos que formaban parte del comité, ocho de los cuales fueron nombrados en enero de 2025, durante los últimos días de la administración Biden. Kennedy, conocido por su trayectoria de dos décadas cuestionando la seguridad de las vacunas y promoviendo el escepticismo sobre el tema, justifica la medida como un paso necesario para restaurar la confianza pública. Según él, el comité se había plagado de conflictos internos y estaba comprometido por vínculos financieros con la industria farmacéutica, así que había que garantizar que las recomendaciones sanitarias se basen en la ciencia imparcial y la transparencia.
La decisión ha generado una fuerte polémica y críticas tanto de sectores científicos como políticos. El líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, ha acusado Kennedy y la administración Trump de “demoler los programas que mantienen a los norteamericanos sanos y salvos”, mientras que el senador republicano Bill Cassidy, médico de profesión, ha expresado su preocupación para que el comité pueda ser ocupado por personas sin formación ni experiencia vacunas. Cassidy ha asegurado que mantendrá el diálogo con Kennedy para evitar esta situación. Además, varios expertos en inmunización, como el pediatra Paul Offit, han denunciado que Kennedy está creando un problema inexistente y que su decisión puede poner en riesgo la salud pública. También la presidenta de la Academia Americana de Pediatría, Susan Kressly, ha alertado de que “se está silenciando la pericia médica independiente y fomentando la desconfianza sobre vacunas que salvan vidas”.
Of course, now the fear is that the ACIP will be filled up with people who know nothing about vaccines except suspicion. I've just spoken with Secretary Kennedy, and I'll continue to talk with him to ensure this is not the case.https://t.co/iXjTDieAwY
— U.S. Senator Bill Cassidy, M.D. (@SenBillCassidy) June 9, 2025
Contundencia y renovación: los argumentos del modus operandi de la administración
Pocos miembros de la administración Trump quedan exentos de polémicas, y el secretario de Salud no es para menos. Desde que asumió el cargo, Kennedy ha hecho amigos y enemigos tomando decisiones drásticas y removiendo gran parte de lo que estaba establecido, siguiendo así la línea del nuevo gobierno: contundencia y renovación profunda. El sobrino del expresidente J.F. Kennedy, por ejemplo, ha restringido el acceso a las vacunas contra la Covid-19 y ha cuestionado la seguridad de la vacuna triple vírica —en un momento en que los Estados Unidos sufren uno de los brotes de sarampión más alto de los últimos años—, y estos hechos que le han provocado a más de un adversario. Sin embargo, la administración aplaude las políticas y las fundamenta en una crisis de confianza que ciertos datos avalan.
El Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP) asesora a la agencia federal de salud pública (CDC), que es quien toma las decisiones finales en materia de salud e implementa las políticas de vacunación. En los últimos años, los datos indican una caída drástica de la confianza de los ciudadanos con respecto a todas las administraciones, y el porcentaje de opiniones positivas sobre la CDC han sufrido la peor bajada de las 16 instituciones en los últimos años. Según el estudio de Gallup, una empresa americana encargada de las encuestas de opinión, entre el 2019 y el 2021 los ciudadanos americanos que consideraban que la CDC estaba haciendo una “excelente” o “buen” trabajo bajó del 64% al 40% —situándose ahora en un 42%. Para Kennedy, esta circunstancia se debe al mar de conflictos de intereses que se han dado últimamente entre los asesores —estos conflictos son publicados a la web oficial de la CDC. “El problema no es necesariamente que los miembros del ACIP sean corruptos”, escribió Kennedy. “Lo más probable es que tengan como objetivo servir el interés público tal como ellos lo entienden”.