Rusia ha negado toda vinculación con el proyecto de ley de agentes extranjeros aprobado en primera lectura por el Parlamento de Georgia y que ha suscitado masivas protestas de la oposición, que lo denuncia como una "ley rusa". "Por ningún motivo se puede llamar ruso este proyecto de ley", ha dicho el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a la rueda de prensa diaria. Ha recordado que los Estados Unidos fueron el primer país que empezaron a preocuparse de la "higiene de la política interna" y aprobaron una ley de agentes extranjeros.

"Ahora es una práctica normal a muchos Estados, no es rusa", ha subrayado Peskov, que explicó que los países adoptan medidas para protegerse de la influencia extranjera en su política interna. La oposición georgiana sostiene que con la aprobación de la ley de agentes extranjeros el Gobierno busca tener un instrumento para silenciar a los disidentes con sanciones draconianas, "tal como pasa en Rusia". Peskov ha indicado que las manifestaciones contra la aprobación la ley buscan provocar "ánimos antirrusos" y que se trata de "impulsos que seguramente provienen del exterior".

Protestas dentro y fuera del Parlamento

Miles de georgianos han bloqueado este lunes la céntrica avenida Rustaveli en Tblisi, la capital de Georgia, para protestar contra los debates en el Parlamento del proyecto conocido como ley de agentes extranjeros, promovido por el partido gobernante Sueño Georgiano. A la protesta, que ha transcurrido bajo el lema de "No a la ley rusa", los manifestantes han llevado banderas de Georgia y la Unión Europea.

El diputado opositor Levan Jabeishvili, líder del opositor Movimiento Nacional Unido, fundado por el encarcelado expresidente georgiano Mikhaïl Saakaixvili, ha exigido "retirar este proyecto, igual que fue retirado en marzo del año pasado una propuesta similar después de las protestas masivas" de sus detractores. "¡Habrá protestas de nuevo! Déjennos llegar con calma a las elecciones parlamentarias del 26 de octubre", ha destacado. Por su parte, la exdefensora del pueblo georgiano, Ninó Lomdzharia, ha declarado que "el Parlamento no aprobará esta ley, el pueblo de Georgia no lo permitirá. No venderemos Georgia a Rusia".

Los debates al Comité Jurídico del Parlamento de Georgia se han celebrado a lo largo de toda la jornada, bajo la presidencia del líder de la mayoría parlamentaria, Mamuka Mdinaradze. "No hay argumentos que prueben que se trata de la ley rusa, que sea una mala ley", ha aseverado. Durante las sesiones del lunes las tensiones desembocaron en un ataque del diputado opositor Alexandr Elisashvili, del partido Ciudadanos, que golpeó Mdinaradze, y después fue expulsado de la sede del órgano legislativo. La semana pasada, el primer ministro georgiano, Irakli Kobajidze afirmó durante una reunión del gobierno que las autoridades "solo conocen el 18% de las fuentes y objetivos de financiación de las organizaciones no gubernamentales en el país".

¿Qué dice la polémica ley?

Esta nueva ley, que quiere volver a intentarse aprobar, requeriría que las organizaciones que acepten fondos del extranjero se registren como "agentes extranjeros". La medida es vista como una amenaza para la sociedad civil y la libertad de los medios de comunicación. El proyecto de ley propuesto, si se aprueba, requeriría que las organizaciones georgianas, incluidas las ONG o medios, que reciben más del 20% de la financiación del extranjero, se registren como agentes extranjeros o enfrenten sanciones, siendo una ley parecida a las impuestas por Putin en Rusia.