Hace solo unos meses, casi nadie sabía quién era Zohran Mamdani. Hoy, sus mítines llenan pabellones y los seguidores le responden a los eslóganes como si fuera una estrella del pop. Con solo 34 años, este político de origen ugandés y religión musulmana se ha convertido en el fenómeno electoral más inesperado de Estados Unidos y en el gran favorito para ganar la alcaldía de Nueva York este martes. Hijo de la reconocida directora de cine Mira Nair y de un académico indio, Mamdani llegó a Nueva York con siete años. Criado en el Upper West Side, estudió Estudios Africanos y trabajó asesorando a familias amenazadas de desahucio en Queens, una experiencia que define el núcleo de su programa: hacer que vivir en Nueva York no sea un lujo.
Nuevo rostro del Partido Demócrata
En 2020 entró en la asamblea estatal y, desde entonces, ha escalado posiciones hasta convertirse en el nuevo rostro del ala izquierda del Partido Demócrata, junto a figuras como Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez. Su propuesta: un “socialismo democrático” que no pretende abolir el capitalismo, pero sí corregir las desigualdades extremas de una ciudad donde la renta media cae mientras los alquileres baten récords.
Las encuestas lo sitúan entre 7 y 26 puntos por encima de su principal rival, el exgobernador Andrew Cuomo, que se presenta como independiente con el apoyo de los grandes donantes y de pesos pesados como Bill Clinton. En tercer lugar figura el republicano Curtis Sliwa, antiguo líder de los Guardian Angels, pero sin opciones reales en una ciudad abrumadoramente demócrata.
¿Qué propone Mamdani?
Su campaña, centrada en el concepto de “accesibilidad”, plantea medidas como congelar los alquileres de los pisos con regulación estatal, hacer gratuito el transporte en autobús y crear supermercados municipales con precios asequibles. La factura la pagarían, según Mamdani, los más ricos: un aumento de impuestos al 1% de neoyorquinos que ganan más de un millón de dólares anuales y un incremento del impuesto de sociedades para igualarlo con el de Nueva Jersey. Ahora bien, ninguna de estas medidas depende directamente del alcalde, sino del estado. Pero Mamdani confía en que “la fuerza de las urnas” le permitirá convencer a la gobernadora Kathy Hochul, que ya se ha mostrado contraria a subir impuestos.
Si se confirman los sondeos, Mamdani hará historia como el primer alcalde musulmán de Nueva York, un hito especialmente simbólico en una ciudad aún marcada por los atentados del 11 de septiembre. Él mismo ha denunciado las amenazas de muerte y los ataques islamófobos recibidos durante la campaña.
También ha generado tensiones dentro de su propio partido por su apoyo abierto a Palestina y por haber calificado la guerra de Gaza de “genocidio”. Sus declaraciones han incomodado al establishment demócrata, especialmente en Nueva York, que acoge a la segunda comunidad judía más grande del mundo.
El "pequeño comunista"
Donald Trump ya lo ha bautizado como el “pequeño comunista” y ha amenazado con congelar fondos federales si Mamdani gana. Pero el joven candidato responde con humor y optimismo, fiel al tono de su campaña, construida desde la calle, las redes y un mensaje simple: “La ciudad debe trabajar para la gente, no para las élites”. Su triunfo quizás no lo llevará a la Casa Blanca, pero sí que marca un cambio profundo dentro del Partido Demócrata, que deberá decidir si abraza esta nueva corriente o se arriesga a perder el apoyo de una generación que ya ha dejado claro que quiere otro futuro.