De momento, ya son cuatro las personas inculpadas en relación con el robo del Louvre el pasado 19 de octubre, en el que un grupo de asaltantes entró en la sala Apolo del museo francés y se llevó joyas de la colección imperial, entre las cuales la corona de la Emperatriz Eugenia de Montijo. La fiscal de París, Laure Beccuau, ha afirmado en declaraciones a France Info, que los cuatro tenían vínculos anteriores al robo en el museo y que los dos inculpados detenidos este sábado eran pareja. Tres de los sospechosos inculpados están acusados de haber participado directamente en el crimen, y se trata de delincuentes residentes en la periferia de París, fichados por la policía y por delitos que "no corresponden al alto espectro del crimen organizado".
"Son personas cercanas, todas vivían en Seine Saint-Denis (departamento a las afueras de París), dos de ellos vivían en pareja y habían tenido hijos. Tenemos perfiles no conocidos del crimen organizado, pero que acaban cometiendo actos muy graves de crimen organizado", ha señalado Laure Beccuau en su entrevista en la radio francesa. Beccuau ha asegurado que, con los elementos en su poder, consideran que ya han detenido a tres de los cuatro integrantes del comando (además de la pareja de uno de ellos, inculpada por complicidad) que provocó el robo de ocho joyas de la corona francesa, valoradas en 88 millones de euros. La fiscal ha agregado que, además del cuarto integrante del comando, los esfuerzos de la investigación también están buscando posibles cómplices, aunque por ahora consideran que los ladrones no contaron con ayuda dentro del museo.
Una pareja con hijos
Las autoridades francesas anunciaron inicialmente la detención de dos individuos, a los que se encarceló el pasado miércoles. Otras cinco personas fueron detenidas el jueves en relación con el robo de las joyas. Tres de estas fueron puestas en libertad ayer sábado y las otras dos acusadas y enviadas a prisión de forma preventiva. Se trata de uno de los presuntos asaltantes, de 37 años, y su pareja, una mujer de 38 años con la que tiene hijos en común. Beccuau ha asegurado que se encontró el ADN de él en la grúa que utilizaron para acceder al balcón de la galería Apolo por el cual se introdujeron en el edificio con una sierra radial, pista que ha llevado a la fiscalía a inducir que era uno de los miembros del comando, por lo cual ha sido acusado de robo en banda organizada y de asociación con malhechores. En cuanto a su pareja, la fiscal ha afirmado que también se encontró su ADN en la grúa, pero que podía ser por "traspaso", es decir, que hubiera llegado a través de un objeto y no de forma directa, por lo cual solo está procesada por complicidad, que ella niega, según su abogado.
La fiscal de París ha afirmado que los tres sospechosos de formar parte del comando tienen importantes antecedentes judiciales, la mayoría por robo y en el caso de uno cometido en París en el año 2015, coinciden dos de ellos. "Si comparamos sus certificados judiciales, son perfiles de personas próximas", ha asegurado. El inculpado este sábado tenía once condenas anteriores, una decena de ellas por robo agravado, delito por el que también tiene pendiente un juicio uno de los otros inculpados. "Falta una persona al menos", ha dicho Beccuau, que no ha descartado que haya otros cómplices y ha recordado que después del robo los cuatro integrantes del comando se fueron en moto hasta algún lugar de París donde subieron a otro vehículo relevo. Sobre la localización del botín, la fiscal ha asegurado que están examinando "todas las capacidades del mercado paralelo que permitan la venta de estas joyas, que no se espera que se produzca próximamente".