Una veintena de barcos que integran la Flotilla Golbal Sumud que pretende llegar a Gaza para llevar ayuda humanitaria a los palestinos, han sido interceptados por las fuerzas navales israelíes, entre ellos la activista Greta Thunberg o la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau. Entre las embarcaciones interceptadas está el Alma, el Adara, el Sirius, el Aurora, el Dir yassine, el Grande Blu, el Huga, el Spectre, el Oxygono y el Yulara, que se situaban a unas 70 millas náuticas del enclave devastado por la guerra. A estas alturas quedan poco más de 25 barcos que siguen en ruta, que se encuentran a unas tres horas de Gaza. Los organizadores de la Flotilla, que rechazaron todos los llamamientos de cambiar de rumbo para evitar la interceptación por parte de Israel, han denunciado que el operativo israelí es un “crimen de guerra” y que están llevando a cabo “detenciones ilegales”. 

🔴 Flotilla en Gaza, DIRECTO | Última hora de la intervención de Israel para detener la Global Sumud Flotilla

Los organizadores denunciaron que las tropas israelíes habían “embestido deliberadamente” una de las embarcaciones durante las operaciones de interceptación, aunque no se han producido heridos. “Las fuerzas de ocupación israelíes utilizan una agresión activa contra la Global Sumud Flotilla. El barco Florida ha sido embestido deliberadamente en el mar. El Yulara, el Meteque y otros han sido atacados con cañones de agua”, reza un comunicado publicado por la iniciativa humanitaria en su canal de Telegram.

Cañones de agua, haces de luz y teléfonos al agua

La Flotilla, que partió del puerto de Barcelona a primeros de septiembre, transporta ayuda humanitaria para Gaza y a más de 500 voluntarios de diferentes países,  algunos de los cuales Israel ha acusado de tener vínculos con Hamás. Entre los activistas detenidos hay 29 ciudadanos españoles que viajaban repartidos entre los barcos de la Flotilla interceptados. Como mínimo una veintena de barcos israelíes se acercaron hasta la posición de los diferentes barcos, y los abordaron empleando cañones de agua, haces de luz y maniobras agresivas. Una vez abordaron las embarcaciones y retuvieron a los activistas,  los soldados israelíes lanzaron todos los móviles al agua. El ministerio de Asuntos exteriores de Israel publicó un vídeo en el cual se puede ver cómo un soldado israelí le entrega a Greta Thunberg sus objetos personales, y la activista se pone su característico sombrero con forma de rana de aspecto infantil que ha convertido en un símbolo de su activismo.

 

Identificación, interrogatorio y expulsión

Las comunicaciones de las embarcaciones se interrumpieron con la intervención israelita y muchas son remolcadas hacia el puerto de Ashdod, a uns 40 quilómetros al sud de Tel Aviv, donde los detenidos serán interrogados y deportados serán procesadas. La ley israelí prevé la deportación 72 horas después de la detención, pero podría acelerar los procesos si aceptan ser expulsados, como ya pasó en el mes de junio, cuando también fue interceptada una flota pro-Palestina donde viajaba Greta Thunberg. El procedimiento habitual después de la detención incluye la identificación y el registro de los detenidos, donde se comprueba la identidad y la nacionalidad, incluyendo asistencia consular a los extranjeros. Las autoridades interrogan al detenido sobre la intención de la misión, posibles vínculos organizativos y circunstancias del viaje. En la mayoría de los casos, los activistas no suelen ser encarcelados, a menos que provoquen incidentes graves, y en los días siguientes serán deportados a sus países a través del aeropuerto Ben-Gurion u otras vías. En caso de resistencia física durante la operación o de descubrimiento de antecedentes penales, se podría abrir un procedimiento judicial, aunque este no es el escenario general previsible. En cuanto a las embarcaciones, serán retenidas e inspeccionadas, y puede ser que sean devueltas después de permanecer retenidas durante un tiempo, dependiendo de las decisiones de las autoridades israelíes.

Israel justifica la interceptación

Estas embarcaciones viajan bajo banderas de diferentes países y, según el Artículo 92(2) de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, la intervención en alta mar solo se puede justificar en circunstancias excepcionales. Pero Israel no permitirá por ningún concepto que los barcos se acerquen a Gaza. “El único propósito de la flotilla Hamás-Sumud es la provocación. Israel, Italia, Grecia y el Patriarcado Latino de Jerusalén han ofrecido y continúan ofreciendo a la flotilla una vía para entregar pacíficamente cualquier ayuda que puedan tener en Gaza. La flotilla se negó porque no les interesa la ayuda, sino la provocación. La Armada israelita se ha puesto en contacto con la flotilla Hamás-Sumud y les ha pedido que cambien de rumbo. Israel ha informado la flotilla que se está acercando a una zona de combate activa y que está violando un bloqueo naval legítimo. Israel reiteró su oferta de transferir pacíficamente cualquier ayuda a Gaza por canales seguros”, ha justificado el ministerio de asuntos Exteriores de Israel. Lo más probable es que también se decrete la prohibición de ingresar a Israel durante años o futuras restricciones migratorias a los activistas implicados. Los equipos jurídicos tanto de las organizaciones promotoras como los consulados de los países de los activistas detenidos. 

España es el segundo país que más activistas aporta a la Flotilla, y el ministerio de asuntos exteriores español ha activado los consulados de Tel-Aviv, Jerusalén y Nicosia (Chipre) para asistir a los detenidos. Además, la Embajada de España en Tel-Aviv está coordinando con el Ministerio de Exteriores israelí y la Delegación de la UE para garantizar la protección diplomática y consular de los más de cincuenta ciudadanos españoles que participan en la misión humanitaria. El Ministerio de Exteriores español también ha creado una “unidad de seguimiento permanente” para responder rápidamente y ofrecer apoyo inmediato a los afectados.