El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha negado este viernes, en su habitual discurso de fin de año ante la prensa, que haya rechazado el plan de paz para Ucrania presentado por su homólogo estadounidense, Donald Trump, y ha subrayado que “la pelota” ahora está del lado de Kyiv y de sus “patrocinadores europeos”. Según el mandatario ruso, “esto es absolutamente incorrecto y no tiene ningún fundamento (...) La pelota se encuentra completamente del lado de nuestros adversarios occidentales, principalmente del jefe del régimen de Kyiv y de sus patrocinadores europeos”.
Putin ha recordado que durante la cumbre de agosto pasado en Alaska “prácticamente aceptamos las propuestas del presidente Trump” después de que los emisarios de la Casa Blanca le pidieran hacer “ciertas concesiones”. Ha añadido que Trump ha hecho esfuerzos importantes para poner fin al conflicto y que, a su parecer, lo ha hecho de manera “absolutamente sincera”. A pesar de ello, el presidente ruso ha advertido que, si las negociaciones diplomáticas fracasan, Rusia recuperará sus “territorios históricos” en Ucrania “por la vía militar”.
Putin: ¿hasta cuándo la guerra de Ucrania?
Por otro lado, Putin ha asegurado haber percibido “ciertos indicios” de que Ucrania estaría dispuesta a dialogar para poner fin a la guerra, aunque sin abordar la cuestión territorial, el principal obstáculo en las negociaciones de paz. “Vemos, oímos y sabemos ciertos indicios, incluidos de Kyiv, de que están dispuestos a iniciar algún tipo de diálogo”, ha explicado, y ha reafirmado, que Rusia está dispuesta a resolver el conflicto de manera pacífica, siempre que se eliminen las causas originales que lo provocaron. Ha recordado que uno de los principios más importantes es la retirada de las tropas ucranianas de las cuatro regiones anexionadas por Rusia en 2022.
En paralelo, Putin ha manifestado su confianza en que el ejército ruso conseguirá “nuevos éxitos antes de final de año”, especialmente en las regiones del Dombás y Zaporiyia. Según Moscú, Rusia ha ocupado más de 6.300 km² este año, mientras que desde febrero de 2022 el Kremlin asegura haber controlado casi 94.000 km², una superficie similar a la de Hungría, aproximadamente una quinta parte del país vecino.
Ataques contra Europa
El mandatario ruso también ha cargado contra la Unión Europea por los activos rusos congelados a raíz de la guerra. Ha afirmado que, aunque “robar” no es la palabra exacta, “en algún momento tendrán que devolver lo que han tomado” y que Moscú planea recuperar estos fondos por la vía judicial. Ha advertido que emitir créditos avalados con estos activos tendrá consecuencias para el presupuesto de los países europeos y ha criticado que esta medida genera pérdida de confianza en la eurozona.
Las autoridades europeas han acordado recientemente financiar Ucrania con 90.000 millones de euros entre 2026 y 2027, sin llegar a un acuerdo definitivo sobre el uso de los activos rusos inmovilizados. Asimismo, el Kremlin mantiene que estos fondos continuarán bloqueados hasta que Rusia pague las reparaciones derivadas de la invasión, según los responsables europeos.
Finalmente, el intercambio directo con la población rusa también ha sido central en la comparecencia de Putin, que este año ha combinado la línea directa con la rueda de prensa habitual. Han llegado más de 2,7 millones de preguntas, la mayoría de Moscú y San Petersburgo, centradas en política social, pensiones, servicios sanitarios, infraestructura y vivienda, por encima de las cuestiones relativas a la guerra en Ucrania. Esta combinación de mensajes internacionales e internos evidencia la doble estrategia de Putin: proyectar fuerza en el exterior mientras gestiona la percepción pública interna.
