Un terremoto es un movimiento brusco y pasajero de la corteza terrestre causado por la liberación repentina de energía acumulada en el interior de la Tierra. Los motivos más habituales son la tensión en fallas geológicas y el desplazamiento de las placas tectónicas de la Tierra, que están en movimiento constante, y cuando la tensión supera la resistencia de las rocas en una falla, se libera una energía de manera repentina causante el terremoto. También los procesos volcánicos, los impactos de meteoritos o las explosiones humanas pueden originar un seísmo. Cuándo el terremoto se produce en zonas submarinas de subducción donde se produce un levantamiento o hundimiento del fondo marino, origina un tsunami, término que proviene de los términos japoneses tsu, que significa 'puerto', y 'nami', que es 'ola', y se refiere a estas olas poderosas que afectan principalmente a las zonas costeras. En el caso del megaterremoto de Kamchatka (de magnitud 8,8), que ha originado una alerta de tsunami que ha afectado prácticamente a todo el cinturón de fuego del Pacífico, ha sido causado por los procesos tectónicos propios de la región; la subducción de la placa del Pacífico bajo la placa del mar de Ojotsk, generando una ruptura en la zona de contacto entre las dos placas, conocida como zona de subducción, un proceso tectónico en el cual una placa oceánica densa se hunde y se desliza bajo otra placa, que puede ser oceánica o continental, descendiendo hacia el manto terrestre. Se considera que el seísmo es un megaterremoto cuando la magnitud supera los 8,0 en la escala de magnitud de momento (Mw).

La península de Kamchatka está situada exactamente en el límite donde la placa del Pacífico (más densa y antigua) se hunde bajo la placa del mar de Ojotsk, un proceso continuo que libera enormes cantidades de energía acumulada en forma de megaterremotos. El Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) señala que el seísmo originado este martes fue producto de una falla inversa superficial a lo largo de la interfaz de esta zona de subducción, con un área estimada de deslizamiento de 130 km por 65 km. Este movimiento repentino y masivo provocó la liberación de energía acumulada durante décadas o incluso siglos, lo cual explica la magnitud excepcional del seísmo (8,7-8,8 Mw).

El precedente del terremoto de 1952

Históricamente, la región ya ha registrado otros megaterremotos importantes, como el del 4 de noviembre de 1952 (magnitud 9,0 Mw), a causa del mismo mecanismo tectónico; un seísmo considerado el más poderoso registrado en la historia de Rusia y uno de los más devastadores a escala mundial en esta década. El epicentro fue marino, y provocó un tsunami con olas de hasta 7 metros en Kamchatka y en las islas Kuriles, que llegó incluso a las costas de Chile, con olas|oleadas de hasta 3,6 metros. El tsunami se propagó por toda la cuenca del Pacífico, a más de 400 millas por hora, llegando a diferentes costas en torno al océano. Este terremoto causó destrucción significativa en la región de Kamchatka, particularmente en la ciudad de Sévero-Kurilsk y otras localidades del óblast de Kamchatka y el óblast de Sajalín. Se trata del quinto terremoto más poderoso desde 1900 y fue el seísmo más mortal en el ámbito mundial en 1952, con cerca de 10.000 muertes indirectas.

Imposibles de predecir su magnitud

Las causas de este terremoto son las mismas que han originado el actual seísmo: la falla inversa superficial asociada al terremoto de Kamchatka es el resultado de la compresión tectónica en una zona de subducción, con un desplazamiento vertical predominante, baja profundidad hipocentral y significativa deformación superficial. Pero aunque las causas generales están bien establecidas (subducción y acumulación de tensión en la frontera de placas), la predicción exacta del momento o la magnitud de estos acontecimientos sigue sin ser posible con la tecnología y el conocimiento actuales.

La medición sistemática de terremotos empezó a desarrollarse al fin del siglo XIX y principios del XX, con las primeras escalas sísmicas como la escala Rossi-Forel de 1874-1881, seguida por la escala de intensidad de Mercalli en 1902. No obstante, la escala más ampliamente conocida y utilizada para medir la magnitud numérica de los terremotos fue desarrollada en 1935 por Charles Francis Richter y Beno Gutenberg en California, conocida como la escala de Richter. Esta escala cuantifica la magnitud del terremoto basándose en la amplitud de las ondas sísmicas registradas por sismógrafos. Con el tiempo se han implementado escalas más precisas, como la magnitud de momento, que refleja mejor la energía total liberada en terremotos grandes.

El terremoto de Kamchatka de este martes, con una magnitud estimada entre 8,7 y 8,8 Mw, se sitúa entre los terremotos más potentes s registrados en la historia moderna, y los registros confirman que podría ser el sexto más potente nunca registrado en el planeta. Aunque no supera en el terremoto de Kamchatka de 1952, que consiguió una magnitud de 9,0 y es a uno de los más poderosos nunca detectados.