La Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha advertido este viernes que ve "evidencias crecientes de crímenes de guerra en Ucrania", donde advierten que las fuerzas armadas rusas han bombardeado indiscriminadamente áreas pobladas, asesinando civiles y destruyendo hospitales, escuelas y otras infraestructuras no militares. En las ocho semanas de conflicto, "la ley humanitaria internacional no solo ha sido ignorada, sino que totalmente abandonada", ha señalado en un comunicado el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, la chilena Michelle Bachelet.

La Misión de Monitorización de Derechos Humanos en Ucrania ha documentado la muerte de al menos 2.345 civiles y 2.919 heridos durante la guerra, aunque Bachelet ha indicado que la cifra real de víctimas podría ser todavía mucho más elevada cuando salgan a la luz los horrores en zonas de intensos enfrentamientos, como Mariúpol. Juntamente, estos ataques, que ya para sí mismo serían constitutivos de crímenes de guerra según el derecho internacional, se está conociendo con cada vez más detalles "la escala de las ejecuciones sumarias de civiles en zonas previamente ocupadas por las fuerzas rusas", ha subrayado la expresidenta chilena. En este sentido, ha pedido esfuerzos para conservar las evidencias de estos crímenes, el tratamiento digno de los restos mortales y ayuda psicológica para supervivientes y sus familiares.

Bucha y Kramatorsk

"Casi todos los residentes de Bucha con los cuales han hablado estos expertos denunciaron la muerte de uno de sus parientes, de vecinos o de otras personas", ha subrayado el alto comisionado, quien recalcó que esta localidad no es un caso aislado y muchas otras han sufrido matanzas de este tipo. El ataque a la estación de tren de Kramatorsk el 8 de abril, que causó la muerte de 60 personas e hirió otros 111, simboliza la falta de respeto a las leyes internacionales que prohíben acciones militares indiscriminadas de este tipo, ha indicado el alto comisionado. Esta misión ha recibido denuncias de al menos 300 asesinados en localidades de las regiones de Kív, Chernihiv, Khàrkiv y Sumi durante el periodo en el cual estuvieron parcialmente controladas por fuerzas rusas, al fin de febrero y principios de marzo. Además, ha confirmado al menos 114 ataques a instalaciones médicas, y según Bachelet, sus expertos estiman que al menos 3.000 civiles murieron por falta de acceso a cuidados sanitarios.

Entre los muertos "hay personas forzadas por las fuerzas armadas rusas a permanecer en sótanos o a las cuales no se les dejó salir de sus casas durante varios días o semanas", ha indicado el alto comisionado. La misión también ha recibido 75 denuncias de violencia sexual contra mujeres, hombres y menores de edad perpetrada por soldados rusos, especialmente en la región de Kyiv. Otros abusos recogidos por estos expertos incluyen el extendido recurso a las detenciones arbitrarias de civiles por parte de fuerzas rusas o prorrusas, con más de 155 denuncias en este sentido, incluyendo arrestos de líderes locales, periodistas, activistas y defensores de derechos humanos. "Algunos de ellos fueron presuntamente torturados o maltratados, se les negó alimento o agua, o estuvieron cerrados en lugares amontonados", ha señalado la oficina dirigida por Bachelet, que denunció la muerte de al menos cinco víctimas de estas detenciones arbitrarias.