Cada día aparece una nueva información sobre el llamado “robo del siglo” perpetrado el domingo en el Museo del Louvre, a plena luz del día, cuando empezaban a entrar los visitantes y había gente en el interior del museo, un atraco de película que ha puesto en evidencia la seguridad del museo más famoso y visitado del mundo y también ha significado un golpe al orgullo de Francia, al considerarse un emblema nacional. Todo el país está aún en shock por el atraco que sorprende por su simplicidad, sin utilizar herramientas sofisticadas ni tecnología avanzada: se cometió en solo siete minutos, utilizando una escalera mecanizada con un montacargas, como la que se usa en las mudanzas, situada en un camión aparcado en la avenida François Mitterrand, y que da a la fachada del museo que da al Sena. Los ladrones subieron a través de esta escalera elevadora hasta la balconada del primer piso que da a la Sala Apolo, y una vez allí, accedieron cortando una ventana con una sierra radial y forzaron las vitrinas de las joyas con la misma herramienta, consiguiendo llevarse nueve objetos de la colección de Napoleón. El nuevo vídeo que ha aparecido esta mañana, y que se ha difundido a través de las redes sociales, muestra a dos de los ladrones, saliendo del Louvre a través de la plataforma instalada en la parte trasera del camión estacionado, antes de huir del lugar en moto.
Durante los primeros segundos del vídeo, grabado por un testigo anónimo desde el muelle François Mitterrand, se puede ver la imagen temblorosa, como si la persona que graba no sea consciente de lo que está captando, y acerca la imagen en la que capta a los dos ladrones moviéndose agitados y nerviosos sobre la plataforma elevadora que baja y llega a tierra. Posteriormente, saltan rápidamente hacia la calle llevando lo que parecen unas bolsas donde podían guardar los objetos robados. Uno de ellos va vestido completamente de negro y lleva un casco de moto, mientras que el otro, también va de negro y encapuchado, pero lleva un chaleco amarillo encima. En ese momento, las alarmas empiezan a sonar, después de que la seguridad hubiera detectado el robo… Cuando ya era demasiado tarde. Los ladrones consiguieron huir de la escena con dos motos, y la policía aún no ha realizado ninguna detención relacionada con el caso. Cuatro personas fueron detectadas en la escena y la Fiscalía ha abierto un proceso por robo en banda organizada y asociación de malhechores, descartando por ahora una intervención extranjera. La policía sospecha que los ladrones son criminales locales vinculados al crimen organizado que aprovecharon la menor vigilancia policial del domingo en París.
¿Qué se sabe hasta ahora?
Ya han pasado cuatro días de los hechos y la policía va reconstruyendo la secuencia de la planificación del robo. Se sabe que los ladrones robaron el camión montacargas nueve días antes en Louvres, un pueblo del norte de París, y que habrían agredido al vendedor del vehículo, retiraron el logo de la empresa y cambiaron la matrícula. Durante el robo, utilizaron las sierras radiales y motosierras para forzar las vitrinas de alta seguridad, con las que también amenazaron a los guardias. En los siete minutos que tardaron en perpetrar el robo, fueron capaces de llevarse nueve valiosas piezas de joyas imperiales, principalmente pertenecientes a Napoleón y a la emperatriz Eugenia de Montijo, valoradas en unos 88 millones de euros. Entre las piezas robadas, hay la diadema que perteneció a la reina Hortensia y a María Amelia de Borbón-Dos Sicilias, con 84 zafiros y 1.083 diamantes; un collar y dos pendientes de zafiro asociados a la reina María Amelia y a la reina Hortensia. También otro collar y pendientes de esmeraldas de María Luisa, con 38 esmeraldas y 1.146 diamantes. La diadema de la emperatriz Eugenia de Montijo, que tiene 212 perlas y 2.000 diamantes. Dos broches: un broche relicario con 18 diamantes en forma de corazón y un gran lazo de jubón con una cascada de diamantes rosas. También fue sustraída la corona de la emperatriz Eugenia, que fue perdida durante la huida pero posteriormente recuperada, con 1.354 diamantes y 56 esmeraldas.
💎🚨 ROBO EN EL LOUVRE: UN TURISTA FILMÓ A UNO DE LOS LADRONES
— Contexto Tucumán (@contextocomar) October 20, 2025
Avanza la investigación por el robo de joyas en el Museo del Louvre de París, y salió a la luz un video clave grabado por un turista.
📹 En las imágenes, difundidas por BFM TV, se ve a uno de los presuntos… pic.twitter.com/btdvq546cj
Pero más allá del valor económico de los objetos robados, lo más relevante es el daño histórico irreparable dado su legado cultural. La policía cree que si no se captura pronto a los ladrones con las joyas robadas, es muy probable que las desmonten para venderlas por separado y así no dejar rastro, ya que las piezas son fáciles de desmontar. Expertos en recuperación de arte advierten que las joyas podrían desaparecer para siempre si no se actúa deprisa. El mercado negro y la dark web serían destinos posibles para estas piedras preciosas, ya que vender las joyas intactas es casi imposible por su alto valor histórico y reconocimiento mundial. Otra opción que se contempla es que los ladrones puedan pedir rescate para devolverlas. Aunque desmontarlas haría perder su valor cultural e histórico insustituible, les daría más posibilidades de comercialización ilícita. Mientras tanto, las piezas están registradas en bases de datos internacionales como Interpol para facilitar su recuperación.