El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, se ha sumado este viernes a la petición de reforma que hizo el presidente norteamericano, Joe Biden, ante la Asamblea General de la ONU, y ha pedido que se reforme el Consejo de Seguridad para que se puedan suspender "automáticamente" los miembros permanentes que desencadenan guerras "no provocadas", "injustificadas" y "condenadas por la Asamblea General". Así lo ha dicho en una intervención ante la Asamblea General de la ONU, en la cual ha defendido que "una reforma es necesaria y urgente" también porque "el derecho a veto tendría que ser la excepción, aunque ha ocurrido la regla" en la práctica.

"Mejoras radicales"

"La Cumbre sobre el Futuro del 2024 tiene que ser una oportunidad histórica para hacer estas mejoras radicales", ha dicho al presidente del Consejo Europeo ante la Asamblea General después de dar apoyo a una reforma del órgano con más poder de las Naciones Unidas. En su intervención, Michel ha acusado a Rusia de estar haciendo una "guerra de colonización" a Ucrania basada en "el imperialismo y la revancha" y ha pedido en Moscú "parar" las "amenazas" nucleares. Además, ha instado a las potencias emergentes, especialmente la China, a "participar sinceramente en los esfuerzos colectivos por la paz y el desarrollo". "El Kremlin intenta, espero que en vano, movilizar el resto del mundo contra un enemigo imaginario", ha remachado.

Reformar el Consejo de Seguridad

Biden abrió este jueves el melón de la reforma en el Consejo de Seguridad, e hizo un llamamiento a restringir el uso de vetos en las resoluciones del órgano, además de aumentar el número de países que lo ocupan de manera permanente y no permanente, con el fin de hacerlo más "inclusivo" a los estados que normalmente quedan fuera de las decisiones trascendentales para la comunidad internacional. En cuanto al uso del veto, argumentó que los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas tendrían que defender constantemente la carta de las Naciones Unidas y abstuvo del uso del veto, excepto en situaciones extraordinarias, para asegurar que el Consejo sigue siendo creíble y eficaz. Actualmente, los miembros permanentes del Consejo de Seguridad son China, Francia, Estados Unidos, Rusia y el Reino Unido. En opinión del presidente de los EE. UU., se tiene que añadir "asientos permanentes para países del África, América Latina y el Caribe", porque "ha llegado el momento que esta institución se vuelva más inclusiva, de manera que podamos responder mejor a las necesidades del mundo actual."