Las fuerzas de seguridad de Israel han bombardeado por aire esta madrugada Jenin, en el norte de Cisjordania ocupada y foco del movimiento miliciano palestino. La operación militar a gran escala, que ha incluido bombardeos mediante la Fuerza Aérea y fuerzas terrestres, ha dejado a al menos 3 palestinos muertos y 27 heridos, de los cuales tres están en estado grave. El ejército israelí ha informado de que "como aparte de un extenso esfuerzo antiterrorista en la Judea y Samaria (Cisjordania), las fuerzas de seguridad han atacado un centro de operaciones, que servía como centro de comando operativo conjunto de la Brigada de Jenin en el campamento de refugiados de Jenin".

La ofensiva israelí por aire y por el suelo ha priorizado el centro de comando de la Brigada de Jenin, que aglutinan las milicias de todas las facciones para combatir juntas a las tropas israelíes. Este lugar también se utiliza como "centro avanzado de observación y reconocimiento, donde los terroristas se reunían antes y después de las actividades terroristas, así como un espacio para guardar armas y explosivos, y un centro de coordinación y comunicación", según han detallado las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Yihad Islámica ha confirmado el ataque contra la infraestructura de su filial, el Batallón Jenin, a la vez que ha confirmado que la agresión "no conseguirá sus objetivos" y que "Jenin seguirá siendo un símbolo de firmeza".

Preparados para cada escenario

El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, ha felicitado a las fuerzas de seguridad por el operativo, y ha advertido que están preparados para cada escenario y observan "de cerca las acciones de los enemigos". El operativo de este domingo ha llegado después de semanas de especulaciones sobre si Israel lanzaría o no una campaña militar a gran escala en Cisjordania ante el aumento de la violencia. En este sentido, Gallant ha advertido que para hacer frente al terrorismo "adoptaremos un enfoque proactivo y decisivo. Quien perjudique a los ciudadanos de Israel pagará un alto precio".

En un ataque hace dos semanas en Jenin-que duró 9 horas y dejó a 7 palestinos muertos— el ejército utilizó por primera vez desde la Segunda Infitada helicóptero de combate. Solo tres días después lanzó el primer ataque en dron sobre este el territorio desde 2006, para atacar a tres milicianos de la Brigada de Jenin que conducían un coche. Cisjordania vive su mayor pico de violencia desde la Segunda Intifada (2000-2005) y desde principio de año, 142 palestinos han muerto en el marco del conflicto, la mayoría milicianos en enfrentamientos armados con tropas israelíes, pero también civiles, incluidos 23 menores.

Jenin no se rendirá

El líder del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Ismail Haniyeh, ha expresado que "la sangre derramada en la tierra de Jenin determinará la naturaleza de la próxima etapa de todas las direcciones", haciendo un llamamiento a los cisjordanos para que apoyen a Jenin y defiendan en su pueblo. Por su parte, el portavoz de Hamás, Hazem Qassem, ha confirmado la "agresión generalizada" contra el brazo armado, las Brigadas Al Qassam, "no conseguirá sus objetivos y el enemigo sionista fracasará". Asimismo, ha manifestado que el gobierno encabezado por Benjamin Netanyahu tiene "toda la responsabilidad" de la agresión.

El portavoz de la Presidencia palestina, Nabil Abu Rudeineh, ha asegurado que "la seguridad y la estabilidad no se conseguirán en la región a no ser que el pueblo palestino lo sienta". Además, ha denunciado que el ataque de esta noche en Jenin es "un nuevo crimen de guerra" contra un "indefenso pueblo", según recoge la agencia de noticias Wafa. El movimiento palestino Al Fatá ha indicado que la "bárbara agresión de la ocupación israelí" contra el campamento de Jenin no disuadirá a los palestinos "de seguir defendiendo los derechos" del pueblo hasta conseguir "la libertad e independencia".