Más de dos meses de protestas por la muerte de Mahsa Amini en manos de las autoridades iraníes por no llevar correctamente el velo obligatorio. Su asesinato ha sido gasolina para el malestar que ya reinaba entre la sociedad iraní hacia el régimen teocrático que gobierna el país. La dictadura islámica de Irán se ha caracterizado por su inmovilismo y mano dura, pero una movilización como la que vive actualmente hace tambalear sus cimientos. Para intentar sofocar las protestas, que no pierden fuerza a pesar de la sangrante represión de las autoridades, el gobierno se ve obligado a tomar otras medidas: se suprime la policía de la moral y se abre la puerta a una reforma de la ley que obliga a las mujeres a llevar hiyab.

Así pues, la policía de la moral tiene los días contados en Irán, según ha anunciado el fiscal general del país, Mohammad Yafar Montazerí, según recoge Efe. El fiscal ha remarcado que esta policía "no tiene nada que ver con el Poder Judicial".

La desaparición de esta policía no implica que el control sobre los asuntos de las mujeres por parte del régimen se haya acabado. El propio Montazerí ha expuesto que el poder judicial continuará con su supervisión con respecto al comportamiento en el ámbito comunitario y subrayó que la vestimenta de las mujeres sigue siendo muy importante, sobre todo en la ciudad santa de Qom, en el sur de Teherán. Sin embargo, esta decisión se lee como una victoria del movimiento de protesta contra la obligatoriedad del velo que se expande por el país a raíz del asesinato de Amini.

Posibles cambios en la ley

Los cambios en Irán podrían ser todavía más. Según publica The Guardian, las autoridades iraníes han declarado que revisarían la ley que obliga a las mujeres a cubrirse la cabeza. "Tanto el Parlamento como el poder judicial están trabajando en ello", sobre si la ley necesita algún cambio, ha anunciado el mismo fiscal Montazerí, quien ha revelado que el equipo de revisión ya está trabajando en la materia. No se ha especificado hacia dónde podrían ir los cambios. Difícilmente se podría ser todavía más restrictivo, de modo que mucha gente asume que se podría relajar la ley.

En un escenario en que la ley se hiciera más laxa, la cuestión que los expertos se preguntan es si será suficiente para que el régimen sobreviva. Las protestas que denuncian la obligatoriedad del velo también cargan contra el régimen que impone estas leyes y reprime a los ciudadanos. ¿Blanquearán estos movimientos las 200 personas que Irán ha reconocido que han perdido la vida durante estas protestas? De momento a las calles siguen saliendo centenares de personas con carteles como "No se trata de protesta, esto es una revolución", "No queremos República Islámica" o "Muerte al dictador".