El Gobierno británico ha descartado este domingo llevar a los tribunales la eventual legislación que el Parlamento escocés tiene previsto aprobar para convocar un nuevo referéndum de independencia.

El ministro del Gabinete (cartera similar a la de Presidencia), Michael Gove, ha negado que esa sea la intención del Ejecutivo conservador si el Partido Nacional Escocés (SNP) de Nicola Sturgeon lleva adelante sus planes de legislar para una nueva consulta de independencia en esta legislatura, tras quedarse a un solo escaño de la mayoría absoluta en las elecciones regionales. "No. No vamos hacia ahí", ha respondido Gove respecto a si el Gobierno central acudiría a la Justicia en caso de que el Parlamento de Edimburgo trate de legislar unilateralmente sin un acuerdo previo.

Para el número dos del Ejecutivo del conservador Boris Johnson, "por supuesto que Escocia está autorizada a salir del Reino Unido, a través de un referéndum legal que permita a la gente decidir", pero ha reiterado que ahora mismo la prioridad es reconstruir el país tras la pandemia.

En esta línea, Johnson ha convocado una cumbre a la que ha invitado a los ministros principales de Escocia, Nicola Sturgeon; de Gales, Mark Drakeford, e de Irlanda del Norte, Arlene Foster y Michelle O'Neill, para abordar "el futuro de la Unión" tras los comicios, que reforzaron el poder de los nacionalistas escoceses.

Sturgeon recuerda la mayoría independentista en Escocia

Sturgeon ha afirmado este domingo que está dispuesta a acudir a esa cita y que "trabajará con quien haga falta para la reconstrucción tras la pandemia", pero ha recordado que las urnas han dado al SNP una mayoría para buscar una nueva consulta. La líder escocesa ha considerado que "sería absurdo e intolerable" que el Gobierno británico se llegase a plantear recurrir ante el Supremo cualquier ley que apruebe el Parlamento escocés para celebrar un nuevo referéndum, después de que en 2014 Escocia ya rechazase la secesión. "Para que esto acabase en los tribunales, eso querría decir que el Gobierno ha rechazado respetar la voluntad del pueblo escocés", dijo Sturgeon, quien consideró que esto "no debería ser motivo de controversia en una democracia".

Sturgeon ha reconocido que "sería motivo de debate" si la Scotland Act (la ley de descentralización que creó el Parlamento regional en 1998) ampara una consulta unilateral, pero no quiso adelantar cuáles serían los pasos del Ejecutivo autónomo ante un choque en la Justicia. Pese a todo, ha subrayado que no importa si ella defiende la independencia o si el Gobierno se opone a ella, ya que se trata de una cuestión sobre la que solo puede decidir "el pueblo de Escocia".

La primera ministra y líder del Partido Nacional Escocés (SNP), Nicola Sturgeon / EFE