Israel y la comunidad internacional presionan a Hamás para que acepte el plan de paz de Donald Trump, que cuenta con el apoyo de Benjamin Netanyahu, los principales países árabes y musulmanes, así como organizaciones internacionales. Este plan, formado por veinte puntos, plantea un alto el fuego, la liberación de los rehenes vivos y muertos; la entrega de ayuda humanitaria en la Franja y la disolución de Hamás como grupo armado. Aunque ha trascendido que el Movimiento de Resistencia se inclina a aceptar la propuesta, un alto funcionario de Hamás ha asegurado al canal saudí Asharq que necesita más tiempo para estudiar el plan para Gaza presentado por el presidente de los Estados Unidos y deliberar internamente. “Hamás continúa las consultas internas sobre el plan de Trump... y ha informado a los mediadores que las consultas están en curso y necesitan algún tiempo”, ha explicado el funcionario bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar públicamente sobre el asunto. Hamás ya ha trasladado a los países árabes intermediarios que quiere más tiempo antes de dar una respuesta.

El ultimátum de Trump

Trump dio el martes a Hamás un ultimátum de “tres o cuatro días” para aceptar su plan para poner fin a la guerra de casi dos años en el territorio palestino, y recordó que “los países árabes lo han aceptado, los países musulmanes lo han aceptado e Israel lo ha aceptado”. El presidente ya advirtió que si Hamás rechaza la propuesta, Estados Unidos daría todo su apoyo a Israel para continuar su asedio en la Franja de Gaza. Netanyahu también amenazó en su comparecencia en la Asamblea de la ONU con que Israel acabaría el trabajo en Gaza, aunque dos días después aceptó el plan de Trump en la reunión que los dos mandatarios mantuvieron el lunes en la Casa Blanca, y que contempla un alto el fuego, la liberación de rehenes en 72 horas, el desarme de Hamás y una retirada gradual de Israel de Gaza. A esto le seguiría una autoridad de transición posbélica encabezada por el propio Trump. La Unión Europea también expresó este jueves su apoyo al plan de Donald Trump para el futuro de Gaza, considerándolo una oportunidad para poner fin a la guerra, establecer un alto el fuego inmediato, liberar rehenes y garantizar ayuda humanitaria.

Dos facciones internas

Pero Hamás sigue deliberando internamente el plan de paz y, según fuentes consultadas por la agencia France-Presse, existe una división interna en la organización armada. “Existen dos opiniones dentro de Hamás”, afirman. “La primera apoya una aprobación incondicional, ya que la prioridad es un alto el fuego según las garantías de Trump, con mediadores que garanticen que Israel implemente el plan”, dijo la fuente a la AFP. “La segunda tiene serias reservas respecto a cláusulas clave, rechazando el desarme y la expulsión de cualquier palestino de Gaza. Favorece una aprobación condicional con aclaraciones que reflejen las demandas de Hamás y de las facciones de la resistencia”, añadió la mencionada fuente.

La oposición de Izz al-Din al-Haddad

El principal obstáculo que se opone a la aceptación del plan, según la BBC, es el jefe del ala militar de Hamás en Gaza, Izz al-Din al-Haddad, que cree que el plan fue diseñado para acabar con Hamás, tanto si el grupo lo acepta como si no, y por eso está decidido a seguir luchando. Se cree que algunos de los líderes políticos de Hamás en Qatar están abiertos a aceptarlo con ajustes, pero han constatado que su influencia es limitada porque no tienen control sobre los rehenes retenidos por el grupo.

Conversaciones con los intermediarios en Doha

Mediadores de Egipto, Qatar y Turquía están manteniendo conversaciones con los líderes de Hamás en Doha sobre el plan presentado el lunes por Trump y Netanyahu en la Casa Blanca. Una fuente familiarizada con las negociaciones afirmó este jueves en The Times of Israel que Hamás respondería "positivamente", pero quiere introducir una serie de enmiendas que tendrían como objetivo suavizar algunos de los términos de la propuesta que Netanyahu había añadido a última hora con respecto a la retirada israelí de Gaza y el desarme de Hamás. Netanyahu consiguió cambios que ralentizaban y limitaban la retirada de Israel de Gaza, además de endurecer los requisitos relativos al desarme de Hamás y la desmilitarización de Gaza. Qatar, Egipto y Turquía están trabajando para convencer a Hamás de que acepte el plan, advirtiendo de que el conflicto se intensificará si el grupo terrorista palestino se niega. Egipto y Qatar, sin embargo, se muestran favorables a intentar introducir algunos cambios en la propuesta estadounidense, pero existen dudas sobre si Estados Unidos estará dispuesto a discutir estas enmiendas propuestas por Hamás. Aun así, los ministros de Asuntos Exteriores de Egipto y Francia instaron a Hamás a aceptar el plan, que significaría el fin de casi dos décadas de control del grupo sobre Gaza. El presidente ruso, Vladímir Putin, también afirmó que el plan podría ser una "luz al final del túnel".

Foto principal: Izz al-Din al-Haddad, jefe del ala militar de Hamás en Gaza, que se opone al plan de paz de Trump