El autoproclamado "presidente encargado" de Venezuela, Juan Guaidó, ha advertido este viernes al Gobierno de Nicolás Maduro que, si sus fuerzas de seguridad intentan entrar en la residencia del embajador español en Caracas para detener al líder opositor Leopoldo López, "sería una amenaza de guerra" a España. "Sería una amenaza de guerra a un país", ha contestado Guaidó, preguntado en una rueda de prensa en Caracas sobre la posibilidad de que fuerzas venezolanas irrumpan en la sede diplomática.

El jefe de la Asamblea Nacional también ha indicado que sería una violación de la Convención de Viena que regula las relaciones diplomáticas y consulares. "Si quieren cometer este severo error de intentar violar territorio español y la Convención de Viena y secuestrar a un huésped, adelante con la locura", ha añadido. "La cantidad de errores ya no sería uno, sino cien", ha remachado.

Sobre la presencia de López en la residencia del embajador español, donde está en condición de "huésped", ha reconocido que en las misiones diplomáticas "hay reglas" y "normas" para respetar, además de "ser cortés". "El agradecimiento, por descontado, porque es un gesto no sólo diplomático sino de humanidad. Sabemos lo que es la prisión política en Venezuela", ha dicho en alusión a España.

Guaidó ha reaccionado de esta forma a la advertencia que ha lanzado horas antes el ministro de Exteriores español desde Beirut, donde está de viaje oficial. Josep Borrell ha anunciado que se limitará la actividad política de López porque "España no permitirá que su Embajada se convierta en centro de activismo político" por parte de nadie.

El mandatario interino ha recordado que hay otros opositores en una "situación similar" a la de López, mientras ha dado las gracias a Panamá y Colombia por acoger "a muchos militares". "Estamos tratando que sea el más factible posible para la tranquilidad de muchos otros que están en situación de asilo", ha concluido.