La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha alertado del deterioro acelerado de las condiciones de vida a la Franja de Gaza. La escasez crónica de alimentos ha provocado un colapso generalizado de las líneas de suministro esenciales en medio de la ofensiva militar de Israel. Según datos recogidos por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA, por sus siglas en inglés), más de 110 palestinos han muerto hasta ahora por causas relacionadas con el hambre o la desnutrición, incluidas más de una veintena de víctimas, entre adultos y menores, solo en las últimas 48 horas. "Los hospitales han ingresado personas en un estado de agotamiento grave causado por la falta de alimentos, y se dice que otros se están desplomando en las calles", ha advertido la agencia, que también ha denunciado que hay informes recurrentes de civiles disparados, herido o asesinado mientras intentaban conseguir alimentos, que llegan a Gaza en cantidades manifiestamente insuficientes para cubrir las necesidades de la población.
Entre las víctimas registradas el martes hay varios menores, como Yousef al-Safadi, un bebé de solo seis semanas que murió en un hospital del norte de la ciudad de Gaza, y Abdulhamid al-Ghalban, de 13 años, que perdió la vida en otro centro médico en el sur de Khan Yunis, según ha informado Reuters. El tío de Yousef, Adham al-Safadi, ha explicado que la madre del bebé no lo podía amamantar porque ella misma sufría desnutrición severa, y que la familia no había podido conseguir leche artificial. "No se puede conseguir leche en ningún sitio, y si encuentras, son 100 dólares por un recipiente", ha declarado a la agencia de noticias. "La madre no puede dar el pecho. No hay comida ni bebidas, así que no hay leche materna. El bebé ha muerto de desnutrición", ha añadido.
La crisis alimentaria que asola a Gaza no afecta a solo la población civil, sino también aquellos que intentan asistirla en medio del conflicto. Según ha denunciado Juliette Touma, directora de comunicación de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA, en inglés), médicos, enfermeras, periodistas y profesionales humanitarios —incluido personal de la agencia misma— sufren hambruna, hasta el punto que muchos se desmayan por el agotamiento mientras siguen trabajando. Desde Amán, Touma ha remarcado la gravedad de la situación asegurando que, en Gaza, "buscar comida se ha vuelto tan mortal como los bombardeos". Este testimonio pone en evidencia el colapso absoluto de las condiciones mínimas de subsistencia, incluso para los trabajadores esenciales que intentan mantener en pie la atención médica y la asistencia de emergencia en plena ofensiva militar.
Aparte de las agencias humanitarias, también los medios de comunicación han subido la voz para denunciar el hambre extrema que afecta a sus colaboradores en Gaza. La Agence France-Presse (AFP) ha hecho un llamamiento urgente de ayuda ante la situación límite que viven a sus periodistas locales, asegurando que algunos están en riesgo inminente de morir de hambre. "Desde que se fundó la AFP en 1944, hemos perdido periodistas en conflictos, algunos han sido heridos, otros han sido hechos prisioneros. Pero ninguno de nosotros recuerda haber visto nunca compañeros morir de hambre", ha declarado la Sociedad de Periodistas de la agencia a través de un comunicado en la red social X.
Depuis que l'AFP a été fondée en août 1944, nous avons perdu des journalistes dans des conflits, nous avons eu des blessés et des prisonniers dans nos rangs, mais aucun de nous n'a le souvenir d'avoir vu un collaborateur mourir de faim.
— La SDJ de l'AFP (@SDJ_AFP) July 21, 2025
Nous refusons de les voir mourir. pic.twitter.com/cIEp5PhmNV