Cada vez se conocen más detalles del ciberataque -supuestamente ruso- que sufrió este domingo el avión donde viajaba la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y que obligó la aeronave nave a hacer un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Plovdiv, en Bulgaria. La investigación ha hecho que se hayan dado a conocer términos como jamming y spoofing: se trata de los nombres de dos técnicas que se utilizan para interferir en la información que reciben los GPS de los aviones desde satélites y que cada vez son más recurrentes en los espacios aéreos de los países de la Europa del Este, sobre todo desde que estalló la guerra en Ucrania. "En general, hemos observado bastantes actividades de jamming y spoofing, especialmente en la zona oriental. Europa es la región más afectada mundialmente", explicaba un portavoz de la Comisión Europea.

El jamming y spoofing: las técnicas para interferir los GPS de los aviones

Según el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), el jamming es "una técnica de interferencia intencionada" que consiste en la emisión de "señales de una potencia mayor" que la señal de su objetivo, con el fin de "bloquear totalmente o parcialmente la recepción de esta última". Desde el INCIBE destacan que el jammer, es decir, el equipo inhibidor, no trabaja de manera selectiva y tiene efectos colaterales en otros sistemas, como ahora el control de tráfico aéreo (ATC) y que, aunque son dispositivos que están prohibidos utilizar, excepto autorización, no está prohibida su comercialización.

Por otra parte, está el spoofing, otro tipo de técnica de interferencia intencionada en que "un dispositivo transmite una señal análoga en el del satélite, pero de más potencia", detalla el INCIBE. De esta manera, "el receptor pasa a sintonizar la señal falsa en lugar del real", y, por lo tanto, "calcula una posición en que realmente no se encuentra o una variable temporal errónea". Igual que el jammer, un spoofer, nombre con el cual se conoce el equipo encargado de suplantar las señales auténticas GNSS, es de uso ilegal, aunque también están en aumento. Por eso, el instituto de ciberseguridad asegura que, actualmente, se están desarrollando nuevas estrategias para hacer frente a estas ciberamenazas y conseguir que los GNSS sean menos vulnerables.

Aumento de los ciberataques aéreos desde la guerra en Ucrania

Después del ciberataque, la Autoridad de Servicios de Tráfico Aéreo de Bulgaria ha comunicado al Financial Times que las interferencias en los sistemas GPS de las aeronaves -que han aumentado significativamente en los países bálticos y en otras zonas próximas a Rusia- incrementan el riesgo de catástrofes aéreas al quedar los aviones "cegados" en pleno vuelo. "Estas interferencias perturban la recepción precisa de las señales GPS, cosa que comporta varios desafíos operativos para las aeronaves y los sistemas terrestres", lee el comunicado recogido por el diario de origen británico. En definitiva, aunque la interferencia o suplantación de los sistemas de navegación es una estrategia que se ha utilizado tradicionalmente para proteger lugares sensibles, en los últimos años -especialmente desde el inicio de la guerra en Ucrania- países como Rusia lo han convertido en un recurso para intimidar a sus enemigos.

Así, aunque todavía se están investigando el origen de las interferencias, las autoridades europeas no han tardado a señalar en Moscú como posible autor del ataque al avión en que viajaba Von del Leyen. Las acusaciones europeas hacia Rusia no han gustado en el Kremlin, que rápidamente ha salido en su defensa. El portavoz del gobierno ruso, Dmitri Peskov, ha negado el supuesto ataque al avión en que viajaba Von der Leyen y ha asegurado, también al Financial Times, que esta es "incorrecta".