Este miércoles ha entrado en vigor en Francia la prohibición de los vuelos regionales cuando exista una alternativa en tren con una duración menor a dos horas y media. La medida, incluida dentro de la Ley del Clima aprobada en agosto de 2021 para luchar contra el cambio climático y reducir emisiones, se ha publicado oficialmente en el Diario Francés este martes y tiene efectos inmediatos sobre los aeropuertos de Nantes, Burdeos, Lyon y París-Only.

El decreto aprobado, que se aplica durante un periodo de tres años, establece que los trayectos en tren sustitutorios de los aviones deben tener "frecuencia suficiente y horarios adecuados", así como también indica que la conexión y horarios tienen que permitir al viajero estar al menos ocho horas en el destino durante un mismo día. Además, el trayecto del servicio ferroviario tiene que efectuarse entre estaciones que presten servicio en las mismas ciudades donde se encuentran los respectivos aeropuertos.

Política por el clima

El ministro de Transportes francés, Clément Beaune, ha celebrado la entrada en vigor de la medida y ha afirmado que es una pasada "esencial" y "un fuerte símbolo en la política de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero". "Es una primicia mundial y está totalmente en línea con la política del gobierno para fomentar el uso de transportes que emitan menos gases de efecto invernadero", ha destacado al dirigente francés en un comunicado emitido este miércoles. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha sacado pecho sobre la regulación, asegurando que son "los primeros al hacerlo".

Las aerolíneas, en contra

La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), que agrupa a más de 300 aerolíneas de todo el mundo y engloba bajo el suyo paraguas el 83% del tráfico aéreo global, se ha mostrado en contra de la medida, y su director general, Willie Walsh, lo ha calificado de "completamente absurdo" y que "no sirve por nada". Walsh ha afirmado que si se eliminaran todas las rutas de menos de 500 kilómetros en Europa, se suprimirían el 24% de los vuelos, pero, en cambio, las emisiones de CO2 "solo caerían un 3,84%". Por su parte, la agrupación de aerolíneas europeas, Airlines4Europe, ha criticado también que "prohibir estos viajes solo tendrá efectos mínimos" en la emisión de CO2 y ha afirmado que "los gobiernos tendrían que apoyar soluciones reales y significativas".