El despliegue de ministros por el territorio que ideó el presidente francés, Emmanuel Macron, para disminuir el malestar social por la reforma de las pensiones, ha fracasado y el Elíseo dado marcha atrás. El gobierno francés, que preside Élisabeth Borne, está rectificando la iniciativa y en la reunión semanal que celebra en el palacio de Matignon con los jefes de gabinete de los ministerios, ha pedido que solo se efectúen las visitas indispensables sobre el terreno, según explica France Info. La radio relaciona esta medida con que todos los ministros se encuentran con caceroladas y protestas. Según un asesor, el problema es el fuerte despliegue policial, que da una imagen blindada del gobierno.

"El problema no es tanto que tengamos miedo de las cazuelas sino que se tiene que movilizar la policía para asegurar la visita. Y este dispositivo lo ponen las prefecturas de cada departamento, que también dictan decretos para intentar que la situación no se descontrole," indica la misma fuente. Uno de los incidentes más serios ha sido en la visita que hizo el lunes el ministro de Educación Nacional, Pap Ndiaye, a Lyon. La virulencia de los manifestantes obligó finalmente a anular el recorrido, cosa que en la República francesa es del todo inusual porque muestra no aceptación de los ciudadanos.

Los hechos de Lyon dieron una rotunda imagen de debilidad de la presidencia de Macron y también de la policía:

France Info explica que desde el gabinete de Ndiaye aseguran que está dispuesto a hacer visitas, pero cuando le preguntan por cuál será la siguiente, la respuesta es el silencio. Apunta que ahora Macron confía en que todo cambie después de la manifestación del Primero de Mayo, porque después habrá "fines de semana largos y puentes" que espera que tranquilicen las cosas.

El mismo Macron llegó a participar en estas visitas que tenían como objetivo rebajar la tensión. En una visita a Montpellier el presidente fue interpelado por una vecina enfadada el 20 de abril, e insistió en que no pensaba abandonar. "No pienso dimitir, tendréis que esperar al 2027", aseguró. La chica lo acusaba de ser un "minidemócrata" por la decisión de aprobar la reforma de las pensiones por decreto y sin debatirlo en la Asamblea francesa.