Una vez más, el estado de salud del expresidente de Estados Unidos, Joe Biden, vuelve a situarse en el foco. Según ha detallado su portavoz, Biden se ha sometido a una intervención quirúrgica para extirparle células cancerosas de la piel. El expresidente demócrata se está recuperado satisfactoriamente de un procedimiento que se conoce como cirugía de Mohs, que implica extirpar el tejido canceroso capa por capa hasta eliminar por completo las células cancerosas, tal como ha detallado la cadena de televisión NBC, sin especificar la fecha de la operación. Fue fotografiado saliendo de una iglesia en Greenville, Delaware, a finales de agosto con una incisión grande y visible en la cabeza. Biden, de 82 años, en 2023, durante su mandato, ya se sometió a una cirugía para extirpar células cancerosas de la piel en el pecho. En aquella ocasión, se le detectó durante un examen rutinario, según informó el médico de Biden, al Dr. Kevin O'Connor, en un comunicado. Una biopsia reveló que la lesión era un carcinoma basocelular, una de las dos formas más comunes de cáncer de piel, que también se trata mediante cirugía de Mohs. Después de aquella intervención, O'Connor informó de que "todo el tejido canceroso se extirpó con éxito" y que "no hace falta ningún otro tratamiento".

Precisamente en 2023, la ex primera dama, Jill Biden, también sufrió un par de lesiones cancerosas en la piel, una por encima del ojo y la otra en el pecho, que también fueron identificadas como carcinoma basocelular.

Preocupación por la salud de Biden

La preocupación sobre la salud del expresidente Joe Biden ya hace tiempo que se arrastra. Durante los últimos meses de su mandato, dejó varias imágenes que hacían dudar sobre su capacidad para ser reelegido presidente de EE.UU. Finalmente, después del famoso primer cara a cara con Donald Trump, se vio obligado a dejar la carrera presidencial para dejar paso a quien era su vicepresidenta, Kamala Harris, que fue derrotada en noviembre de 2024 por Trump. Biden abandonó la Casa Blanca el pasado mes de enero.

En mayo de este año, Biden anunció que le habían diagnosticado un cáncer de próstata "agresivo" que ya había hecho metástasis a sus huesos. Su oficina dijo en aquel momento que estaba buscando varias opciones de tratamiento para garantizar una "gestión eficaz" de la enfermedad y dijo que su cáncer parecía ser "sensible a las hormonas, lo cual permite un tratamiento eficaz". Solo unos días antes se conoció la publicación de un libro que relata su deterioro cognitivo durante los últimos años —se explica, por ejemplo, que fue incapaz de reconocer a George Clooney—. Sus páginas también revelan cómo su círculo próximo no se fiaba de él el último año de la presidencia y, por lo tanto, se le dejaba al margen.