ÚLTIMA HORA: Sigue el minuto a minuto del conflicto Rusia - Ucrania
Día D+23: la guerra en Ucrania se alarga. Hacer caer Kyiv en una operación relámpago ya no es realista, y parece que hacer volver a las tropas en casa sin ningún gran triunfo tampoco lo es para Vladímir Putin. Según varios analistas y servicios de inteligencia, el fracaso del plan inicial de Rusia, en gran parte causado por una subestimación de la resistencia ucraniana, habría forzado un cambio en la estrategia militar. Ante el naufragio logístico y de organización a la hora de rodear las ciudades más importantes con el fin de capturarlas, Rusia habría pasado a la fase de desgaste del país vecino, aprovechando el tamaño de su ejército para agotar a Ucrania. Desgraciadamente, eso implica un incremento de los bombardeos en las ciudades no tienen acceso en las cuales, lo que también augura un gran número de muertos entre la población civil.

Fuerza, no maña

Rusia no ha hecho ningún avance significativo en la última semana de invasión. Ciertamente, el alargamiento de la guerra no beneficia a nadie, y delante de las presiones que Putin podría estar sufriendo por el inminente colapso de la economía rusa, el gran número de bajas entre sus filas y la represión de los que oponen la invasión a Rusia, el ejército habría decidido pasar a la fase de desgaste, a pesar de la proximidad de la primavera. Hasta ahora, eso se ha materializado en fuertes bombardeos desde el mar o las afueras de las ciudades, principalmente Mariúpol, Mikolaiv y Odesa, para las cuales las fuerzas rusas no estarían muy capacitadas para luchar. Así lo corrobora la inteligencia británica en su informe de este sábado: "El Kremlin no ha conseguido hasta ahora sus objetivos originales. Se ha sorprendido por la escala y la ferocidad de la resistencia ucraniana. Rusia se ha visto obligada a cambiar su enfoque operativo y ahora está persiguiendo una estrategia de desgaste. Es probable que eso implique el uso indiscriminado de la potencia de fuego, que se traduce en un aumento de las víctimas civiles, la destrucción de las infraestructuras ucranianas y la intensificación de la crisis humanitaria," alertan. De esta manera, los rusos estarían buscando la manera de estrechar lentamente Ucrania para dejarla sin fuerzas.

A largo plazo

Otra señal que los rusos podrían estar persiguiendo una guerra más larga es la aparición de fortificaciones en el noroeste de la capital. También lo indica el hecho que el ejército ruso no haya hecho ningún movimiento significativo en los últimos días, hecho que podría augurar que se están reagrupando y recibiendo más equipamiento y soldados para sustituir las bajas. Ante la inminente intensificación de los bombardeos, no es extraño que el presidente ucraniano crea que ahora es el "momento de hablar". En un vídeo emitido la madrugada de este sábado, Volodímir Zelenski ha asegurado que es hora de iniciar las conversaciones de paz con Rusia. Según Zelenski, hace falta que las "negociaciones de paz" sean "significativas, justas y sin retrasos". "Es la única opción para Rusia de reducir los daños provocados por sus propios errores", ha remarcado el líder ucraniano, que también ha destacado que hay que restaurar la integridad territorial de su país.