Un nuevo escenario se abre ahora a Irlanda del Norte. Después de los resultados históricos del Sinn Féin en las elecciones de este jueves, el panorama político en el norte de Irlanda ha dado un giro nunca visto hasta ahora.

El crecimiento del apoyo a una Irlanda unida e independiente del Reino Unido abre sin duda las puertas de una nueva etapa. Sin embargo, los días que les esperan a los ciudadanos irlandeses no están exentos de incógnitas: ¿se celebrará un referéndum para la reunificación de Irlanda? ¿Volverá la inestabilidad política a Irlanda? Sea como sea, todo parece apuntar que la historia de la relación entre el Norte de Irlanda y la Gran Bretaña, atravesada por la violencia de los Troubles, el Acuerdo del Viernes Santo y el reciente malestar por el Brexit, tomará ahora nuevas formas.

Un momento histórico para Irlanda del Norte

Desde que la Asamblea legislativa de Irlanda del Norte se constituyó en 1998 con el Acuerdo del Viernes Santo, ningún miembro de Sinn Féin ha ocupado nunca el cargo de primer ministro. Un hecho que quizás podría cambiar en los próximos días.

Con todo, como los acuerdos de paz obligan a un gobierno de coalición con dos jefes ejecutivos para forzar al diálogo y el acuerdo entre las comunidades, las cosas podrían no ser tan fáciles. El Partido Unionista Democrático (DUP, por sus siglas en inglés) ha ocupado desde el 2007 el principal cargo del gobierno y podrían forzar unas nuevas elecciones si no nominan a ningún miembro como vice primer ministro, el cargo que desde hace 15 años ocupa Sinn Féin.

EuropaPress candidata del sinn fein Irlanda del Norte Michelle O'Neil
La candidata del Sinn Féin en estas elecciones, Michelle O'Neill. / Europa Press

Precisamente la candidata del partido a primera ministra en estas elecciones, Michelle O'Neill, era desde enero del 2020 vice primera ministra del gobierno en Irlanda del Norte. De su perfil político, destaca  su discurso en defensa de los servicios públicos y la comunidad norirlandesa. "Trabajando juntos y en colaboración con otros, esta es la única manera de conseguir mucho más para la gente de aquí en términos de crisis del coste de la vida o mejores servicios de salud", defendía al saberse los resultados de los primeros votos escrutados.

El discurso progresista que ha caracterizado su campaña no ha dejado de lado tampoco la defensa de un referéndum de reunificación de Irlanda. En una entrevista con Efe, el ministro de Economía, Conor Murphy reiteraba el apoyo histórico del partido a elegir el futuro de una Irlanda unida en las urnas. "Nosotros, como partido, siempre lo hemos querido. La abrumadora mayoría de la gente de toda Irlanda quiere la reunificación. Lo que queremos es que los Gobiernos de Dublín y Londres empiecen a planificar de una manera estructurada cómo se llevará a cabo", reivindicaba poco antes de saberse los resultados.

Referéndum en Irlanda

El programa del Sinn Féin para el futuro gobierno defiende un "proceso democrático que permita a todo el mundo, norte y sur, participar en la planificación y preparación del cambio constitucional" y que los gobiernos irlandés y británico pongan fecha a referéndums de unidad que quedaban detallados en el Acuerdo del Viernes Santo.

Después de la victoria del Sinn Féin que ha dado fuerza a este mensaje, las reacciones del gobierno británico no han tardado en hacerse oír. El primer ministro, Boris Johnson, ha defendido sin entrar en demasiados detalles que "lo más importante es seguir dando apoyo al equilibrio del Acuerdo del Viernes Santo entre todas las comunidades de Irlanda del Norte".

Quien sí que se ha mojado más sobre el tema ha sido el copresidente del partido conservador, Oliver Dowden, en una entrevista en la cadena de televisión Sky News. "Si hay una opinión nacionalista de mayoría sostenida a favor de una Irlanda unida, se tendría que expresar en un referéndum. Eso va más allá del poder del gobierno del Reino Unido y tenemos que permitir que pase".

Y es que de hecho, los acuerdos de paz de 1998 que dieron lugar al Northern Ireland Act (Ley de Irlanda del Norte) contemplan que "Irlanda del Norte en su totalidad sigue siendo parte del Reino Unido y no dejará de serlo sin el consentimiento de la mayoría del pueblo de Irlanda del Norte que vote en referéndum". También la constitución de la República de Irlanda expresa la firme voluntad de la nación irlandesa de unir a todas las personas que comparten el territorio de la isla de Irlanda "por medios pacíficos con el consentimiento de la mayoría de la población, expresada democráticamente."

De momento, sin embargo, sin que todavía haya una fecha para que eso pase, las encuestas dan por ahora una eventual victoria a la opción de mantenerse en el Reino Unido. Según un sondeo del mes de abril de Ireland News, un 30% de los encuestados es partidario de unirse a la República, mientras que el 45,3% votaría a favor de seguir bajo la corona británica.

Volver a la Unión Europea

La situación que ha dejado la salida de la Unión Europea del Reino Unido, que ha sido uno de los puntos claves en el crecimiento del apoyo de Sinn Féin, sería sin duda una circunstancia clave en un eventual referéndum; unificar Irlanda supondría para los habitantes del norte volver a ser europeos de pleno derecho.

En Irlanda del Norte, la opción de quedarse en la Unión Europea ganó al referéndum del Brexit del 2016 con un 55,8% de los votos. Solo esta región y Escocia llevaron la contraria en el resto del Reino Unido, donde la opción de abandonar la UE fue la vencedora.

Aunque la mayoría de habitantes de Irlanda del Norte no estaba de acuerdo con marcharse de la Unión, el partido hasta ahora mayoritario DUP siguió apostando firmemente por la salida y por una frontera dura con la República de Irlanda, hecho que acabó rompiendo el último gobierno este mes de febrero.

Después de meses de negociaciones, el Reino Unido y Bruselas acabaron pactando una frontera permeable entre la República de Irlanda y el Norte. Eso era crucial para no romper el Acuerdo del Viernes Santo que establece que no debe haber una frontera física entre las dos regiones para evitar nuevas confrontaciones entre las comunidades.

Sin embargo, el acuerdo ha acabado provocando que a efectos prácticos haya una frontera en el mar: mientras no hace falta que las mercancías se controlen cuando cruzan por el suelo en Irlanda, sí que se hacen controles en todas las de la Gran Bretaña cuando llegan a los puertos de Irlanda del Norte.

Una situación que no gusta al gobierno de Westminster ni a los unionistas, que consideran que les hace ser ciudadanos de segunda dentro del Reino Unido y querrían aplicar el artículo 16 del Acuerdo del Brexit que permite romperlo.

Heridas todavía abiertas

El malestar del Brexit no ha hecho más que aflorar heridas mal cerradas del conflicto armado en Irlanda del Norte. Aunque partidos transcomunitarios (que no se declaran ni republicanos ni unionistas) como la Alianza han ganado grandes apoyos en estas elecciones, las tensiones en Irlanda del Norte nunca se han disipado del todo y todavía hay muchas personas en todos los bandos que esperan justicia para sus familiares.

En una entrevista con ElNacional.cat, el diputado nacionalista de Sinn Féin en el parlamento norirlandés, Declan Kearney, aseguraba en el 50.º aniversario del Domingo Sangrante que el legado de aquellos días todavía se siente. "Hasta que el gobierno británico no deje de romper con el derecho internacional y empiece de una vez por todas a actuar de buena fe, la resolución de este conflicto no se habrá acabado", consideraba.

 

Imagen principal: La bandera de la República de Irlanda. / Europa Press